capítulo dieciséis.

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Este libro no es de mi autoria, es de Pale_Cas.
espero lo disfruten. uwu

Los ojos de Thomas se abrieron, la luz de la ventana de su habitación casi le ciega. Miro hacia abajo, esperando ver a James, pero solo había un espacio vacío.

"¿Qué demonios?" dijo fuerte Thomas, sus ojos recorrieron la habitación. Sintió que el pánico llenaba su pecho ante la ausencia de James, pero trato de reprimirlo mientras salía de la habitación, camino a la cocina. Tampoco estaba James. "¿A dónde diablos fue?"

Thomas sintió que su teléfono vibro en su bolsillo. Un mensaje de James.

Perdón, olvide que tenía que escribir un papel. Volví a mi dormitorio. Thomas suspiró aliviado, el pánico desapareció.

¿Quieres que vaya? Escribió Thomas, esperando la respuesta de James mientras se apoyaba en el mostrador.

No, estaré bien. Thomas hizo un puchero, pero no hizo nada para protestar. Si James quería estar solo, Thomas no era quien para decirle que hacer. Además, James parecía estar bien, no siempre necesitaría de Thomas para protegerlo.

Bueno, hasta donde Thomas sabía, eso sí.

Thomas miro el reloj de pared. "Tengo una hora antes de leyes." Murmuro para si mismo para luego abrir una alacena.

Prácticamente se podía escuchar las plantas rodadoras.

"Dios, necesito ir de compras." Dijo Thomas mientras le echaba una mirada a sus estantes casi vacíos. Tenía algunos ramens, una caja de arroz y un par de cajas de macarrones con queso, era todo lo que tenía. "Macarrones con queso, comida típica para un universitario supongo. No es que me este quejando."

Tarareo para si mismo mientras hacía hervir el agua. Otra vibración de su teléfono, era James de nuevo.

En realidad, ¿te importaría venir? Me haría bien la compañía... Thomas sonrió, vertiendo el agua en el fregadero. Los macarrones con queso podían esperar. Se puso una chaqueta antes de salir del dormitorio.

El dormitorio de James no estaba muy lejos, solo a unos minutos caminando. El aire estaba un poco helado, por lo que se alegro de haberse puesto chaqueta.

Toco la puerta de James, sabiendo que la paranoia de James no le permitiría dejar la puerta sin seguro. Después del click, la puerta se abrió y los ojos de Thomas se llenaron inmediatamente de preocupación.

"James, ¿¡dios que te pasó!?"

[Hamilton] Zurcidura; españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora