capítulo veintitrés.

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Este libro no es de mi autoria, es de Pale_Cas.
espero lo disfruten. uwu

A medida que pasaba el tiempo, James iba al hospital todos los días a visitar a Thomas, quien parecía estar mejorando. Cada noche, James tenía la misma pesadilla con Reynolds, pensó en no decírselo a Thomas, porque no quería que se preocupara.

"Hey James." Saludo Thomas cuando James entro a su habitación de hospital. Solo le quedaban dos días antes de poder irse, y estaba inquieto, ansioso por volver a casa en su dormitorio con James.

"Hola Tommy." Sonrió James mientras tomaba asiento en la silla al lado de la cama que usualmente usaba. "¿Cómo te sientes?"

"Tengo ganas de escaparme del hospital para estar contigo en casa." Dijo Thomas suspirando.

James sonrió, tomando la mano de Thomas. "Solo un par de días más Thomas, entonces estarás fuera de este infierno." Thomas bufo, mirando al techo. "Paciencia Tommy, también te quiero fuera pero podría ser malo."

"Bueno, dos días se sienten como un jodido para siempre Jem. Estoy muriendo aquí." Thomas exagero, mirando a James, quien solo puso los ojos en blanco. "Okey, no me estoy muriendo, pero se siente así. Encerrado en esta habitación pequeña, apesta."

"Lo sé, lo sé." Dijo James comprensivamente, apretando la mano de Thomas.

"Basta de eso. ¿Cómo te ha ido Jem?" pregunto Thomas, con clara preocupación en el rostro. "Con todo lo que paso, ¿cómo te sientes?"

"Estoy bien." Dijo James a medias, dándole una sonrisa débil a Thomas.

"James." Thomas dijo firme. "Eres un pésimo mentiroso. Cuéntame que va mal." James suspiro, esquivando la mirada de Thomas. "¿Por favor? Tú sabes que odio cuando no me hablas de las cosas que te están molestando."

"Solo he tenido muchas pesadillas." Explico James, mirando a sus zapatos como si fueran la cosa más interesante del mundo.

"¿Sobre Reynolds?" James asintió. "Dios, podría matar a ese tipo. No puedo creer que le haya hecho eso a alguien tan dulce como tú. No merecías nada de lo que Reynolds te hizo, James, lo sabes, ¿verdad?" James sonrió asintiendo. "Bien. Cuando salga, dejaremos todo lo que hizo ese imbécil detrás."

"Okey Thomas." Respondió James. "Podremos hacerlo." Thomas sonrió, mirando a James con ojos de enamorado.

"Dos días." Dijo Thomas, mirando al techo conuna nueva esperanza. "Solo dos."

[Hamilton] Zurcidura; españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora