Naruko Uzumaki: Lejos de Casa.

Siete.

Naruko, Gon y Killua pasearon por toda la aeronave, siendo echados por último de la cocina, donde Naruko había logrado hacerse con un pedazo de pastel, mientras que los chicos con un pedazo de carne. 

—¡Increíble! —dijo de repente Killua, llamando la atención de los otros dos mientras se acercaba a una de las ventanas—. ¡Miren eso!

El de verde y la de naranja se acercaron corriendo también, pegando sus rostros al vidrio, intrigados.

—¡Parecen joyas! —dijo Gon, refiriéndose a las luces de las poblaciones más abajo de ellos.

—Oye, Killua —volvió a hablar Gon, mientras los tres seguían pegados a la ventana—. Me estaba preguntando: ¿dónde están tu madre y tu padre? 

—Siguen vivos, supongo —dijo el de cabellos blancos.

—¿A qué se dedican? —preguntó ahora Naruko, metiéndose a la conversación.

—Son asesinos.

—¿Los dos? —preguntaron Gon y Naruko al mismo tiempo, compartiendo la misma neurona.

Killua los miró y se rio en sus caras.

—¿Y esa reacción? De verdad son bastante raros, aunque también interesantes —Killua tomó asiento, seguido de los otros dos—. Son los primeros en no mirarme raro después de decirles eso.

Naruko lo pensó un segundo.

—Supongo que no es algo raro de donde yo vengo.

—Bueno, nos estás diciendo la verdad, ¿no? —preguntó entonces Gon a Killua.

—¿Qué te hace decir eso? —le preguntó Killua.

Gon se encogió de hombros.

—Es un presentimiento.

—Que raro —se quejó Killua por lo bajo—, mi característica más atractiva es que nadie sabe cuando habló en serio —se aclaró la garganta y volvió a hablar en su tono normal—. Provengo de una familia de asesinos, todos los miembros de mi familia son asesinos y digamos que tienen muchas esperanzas puestas en mi pero no lo soporto, ¿quién va a querer una vida ya programada? Cuando les dije que yo mismo decidiría mi futuro, ¡todos se volvieron locos! Mi madre comenzó a llorar mientras me decía que tenía potencial para ser un gran asesino —Gon rio, mientras Naruko únicamente escuchaba—. Unos padres horribles, ¿no creen? Es normal que les salga un hijo como yo, acabamos discutiendo. Apuñalé a mi madre en la cara, a mi hermano en el costado y hui de casa. Estoy seguro de que buscan venganza pero si me encuentran, seré yo quien les haga algo. Cuando me convierta en Cazador, lo primero que haré será capturar a mi familia. Estoy seguro de que me darán una buena recompensa por ellos.

Gon y Naruko lo miraban divertidos, Killua regresó a su posición inicial y los miró con una sonrisa.

—¿Y qué hay de ti, Naruko? ¿Dónde están tus padres? —preguntó el de cabellos blancos, quien notó tarde la minúscula mueca que pasó por el gesto de Gon. Recordó entonces que ellos dos ya llevaban un poco más de tiempo conociéndose, por lo que probablemente ya habían hablado de eso antes.

—Están muertos —contestó la rubia, apartando la mirada de ellos y regresándola a la ventana—. Ni siquiera los conocí.

Antes de que Killua pudiera pensar en una manera de cambiar de tema sin parecer demasiado insensible, sintió como alguien los observaba por lo que miró hacia el pasillo pero no se encontró con nadie. 
Supo que no estaba errado cuando vió que Naruko y Gon tuvieron exactamente la misma reacción que él, lo que abrió otra duda en su mente, ¿Naruko habría tenido algún tipo de entrenamiento especial? Sabía que Gon tenía sus sentidos más desarrollados que los de un humano normal, ¿pero y ella?