Naruko Uzumaki: Lejos de Casa.

Nueve.

—Hasta que llegan —saludó Naruko a sus amigos, mientras se ponía de pie y le ofrecía una mano a Leorio, el que estaba más cerca de ella.

Tan pronto como habían llegado a la torre, Naruko había dado un mal paso y había caído en aquella habitación, sola. En su rato sola y libre había estado generando chakra, como había prometido.

—¡Naruko! —le saludó Gon con una sonrisa deslumbrante mientras se acercaba a ella y chocaban los cinco como saludo.

—¿Cómo llegaste aquí antes que nosotros? —le preguntó Kurapika, acercándose también.

—Me tropecé —dijo ella simplemente, mientras daba media vuelta y se acercaba a la pequeña repisa que había pegada a una de las cuatro paredes en esa habitación—. En fin, ¿alguien puede leer en voz alta lo que dice aquí?

Los cuatro hombres se acercaron hasta donde ella estaba.

—"Ustedes cinco tendrán que seguir la voluntad de la mayoría para llegar a la meta" —leyó Gon y entonces tomó uno de los aparatos que había en la repisa—. Miren, hay cinco cronómetros. 

—Todos tienen un círculo y una cruz —observó Killua en voz alta mientras el resto tomaba uno cada uno.

Todos se pusieron el suyo en una de sus muñecas, fue cuando Naruko terminó de ponérselo que una parte de la pared se desplazó, mostrando una puerta escondida hace unos momentos.

—Comprendo —dijo Kurapika, mientras se acercaba a la puerta seguido de los otros cuatro—. La puerta solo aparece cuando el equipo de 5 está completo y cuando todos se ponen los relojes.

—"En esta puerta seleccionen círculo para abrirla, cruz para no abrirla" —leyó Gon en voz alta, cosa que Naruko apreció pues ella seguía sin entender aquellos símbolos. 

—¿Nos obligan a usar la decisión por mayoría desde el principio? —preguntó Leorio—. La verdad es que la respuesta es bastante evidente. 

Todos presionaron un botón de sus relojes y el resultado final fue el siguiente:

O 4 | X 1

—¡¿Quién pulsó la cruz?! —se alteró Leorio y Naruko comenzó a silbar inocentemente—. ¿Tú?

—Perdón, me confundí —dijo la rubia, poniendo sus mejores ojos de cachorro.

Leorio suspiró y dejó su mal humor de lado.

—Vamos, tenemos que avanzar —los urgió Kurapika, quien comenzó a caminar, seguido de los demás.

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—Les explicaré la situación, caballeros y señorita —habló una voz por unas bocinas que Naruko ni veía—. Ante ustedes se encuentra un grupo de prisioneros de Trick Tower, el comité de selección del examen de Cazador los ha contratado oficialmente como examinadores. Tienen que pelear contra los cinco, las peleas serán de uno contra uno y cada persona podrá pelear una sola vez, pueden pelear del modo que deseen, no habrá posibilidad de empate, la victoria se declara cuando el rival admite su derrota.

—Pueden escoger el orden —les dijo el único prisionero que hasta ahora había mostrado su rostro—, se decide por mayoría. Si consiguen ganar tres de los combates, podrán seguir, las normas son así de sencillas. 

—Bueno, me gusta que las normas sean sencillas —dijo Killua y Naruko no podía estar más de acuerdo.

—Aunque las peleas no serán tan sencillas como las normas —volvió a hablar la voz por los parlantes—. Las condenas de los prisioneros se reducirán en un año por cada hora que retrasen a los aspirantes. Es decir, otra de sus metas es ganar tiempo.