° || Siempre habrá más que conocer || °

°Emociones°

Las semanas pasaban, y la pelinegra iba casi todos los días a la casa del albino para buscar comida, y pensó que al tirarle esa roca le quedaría claro que cada uno en sus asuntos. Pero Dean no comprendió esa indirecta, de vez en cuando se encontraban y trataba de hablar con Brina, pero esta o lo ignoraba o le lanzaba una mirada asesina. Estaba claro que no quería relacionarse con él.

Era como un pacto, pero cada uno lo veía de manera distinta. La chica lobo lo veía solo como una manera de conseguir alimento fácil, mientras que el oji morado lo veía como un paso de terminar con la guerra. Pensamientos completamente opuestos.

Y siempre en esas ocasiones trataba de acercársele más de lo normal con la ''guardia alta'', pero siempre que lo hacia Brina le daba una patada giratoria en sus pies, para hacerlo caer y alejarse. Prefirió eso a lanzarle rasguños o alguna piedra de gran tamaño, porque su suerte de haber esquivado esas 2 cosas no era eterna, y no quería llegar a matar al peli blanco por ''accidente''.

Pero durante esas semanas aun sin estar al tanto Jacobo alcalde de Mildtown, durante una reunión secreta desplego a Gabriel para que cazara a Brina. Aunque claro el pueblo aun no sabía esto, y la recompensa seguía en pie ahora llegando a un valor de 1 millón de peniques. Pero a diferencia de los novatos Gabriel tenía una estrategia diferente. Comenzando por sugerir que cada cierta cantidad de días se reunieran a un grupo de cazadores para batallar.

-Eso acabaría con todos nuestros recursos de guerra-. Dijo Jacobo ante la propuesta de su contrario.

-Puede que si...Pero no dará una gran ventaja. Te explico los lobos atacan cuando sienten que es necesario, en este caso cuando hay un grupo de más de 15 cazadores juntos, el plan es que cada cierto número de días despleguemos esa cantidad de cazadores, para así que sus guerreros pierdan energías. Para que cuando se sientan hostigados.... Ellos vendrán a nosotros....Se sentirán amenazados y nos atacaran directamente-. Explica el castaño con una expresión sádica.

-Para ese ataque necesitarían a sus guerreros más fuertes, en este caso Black y su líder, pero necesitaríamos algo para contraatacar-. Explica Jacobo.

-Muchos cazadores han venido y seguirán viniendo por la recompensa y la gloria de tener a Black como trofeo. Y eso no lo saben en el momento de que esos 2 vengan con sus demás guerreros-. Gabriel saca una navaja de su bolsillo y la pone sobre un oso de madera. –Se llevaran una sorpresa-.

Al decir esto en un rápido movimiento Gabriel corto el oso por la mitad con una expresión psicópata.

-Considerare lo que dices, también debo ver la opción de un tratado de paz como se hizo en Lourndvillage-. Agrego Jacobo levantándose de su escritorio.

Esto no le agrado mucho a Gabriel, la sangre le hervía y tenía que contener sus ganas de apuñalar a su contrario. Él podría parecer alguien tranquilo a la vista de todos, pero solo Jacobo conocía su verdadero yo, una persona sádica pero increíblemente inteligente, que no le importa el honor y que solo quiere ver como los hombres lobo sufren.

Había caído la noche, Dean se encontraba sentado en la entrada de su casa comiendo algunas galletas junto con te, arropado con una manta, viendo las estrellas. Cuando escucho algunos ruidos entre los arbustos loso cuales no le asustaron, ya sabía que se trataba de Black. Y así era, aquella pelinegra se hizo visible, el albino solo le miro y le sonrió. Esta comenzó a caminar y Dean pensaba que se dirigía a las ovejas pero paso de largo al establo. Se dirigía hacia él.

Dean se levantó dejando caer todo el té en la entrada de su casa y retrocedió un poco, pero se sorprendió cuando Brina se sentó delante de este a 1 metro de distancia. El peli blanco solo la miraba confundido, mientras que la chica lobo tenía la cabeza agachada y los ojos cerrados.