~◇Lᴀʙɪᴏs 𝕕𝕖 𝑪𝒂𝒓𝒂𝒎𝒆𝒍𝒐◇~

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L a b i o s D e C a r a m e l o

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Primer Dulce: un cálido abrazo

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Con un poco de creatividad todo puede funcionar.

Y más si un cocinero experto se ponía a hacer un delicioso pastel.

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Intentos fallidos, pero bueno, ya sabes ¿A la sexta es la vencida? ¿No?

En una bonita cajita color celeste claro con un moño azul oscuro decorando esta misma.

Aunque tuvo que ir a la casa de su amigo para poder hacer el delicioso pastel.

Valió la pena el esfuerzo.

Todo estaba listo, a unos pasos de él, se encontraba su enamorado.

Temblaba ligeramente, aun así, estaba seguro de hacerlo.

-¡Tío!, ¿Por que es tan difícil? -Murmuró internamente-

Sintió unos brazos rodear su cuello.

-Andy, ¿Qué tal?, no te vi hoy en la mañana~ -Dijo el de ojos esmeralda que lo abrazaba por el cuello, ni siquiera se había dado cuenta que este se había movido- ¿Dónde estabas?

-Eh?~ -Reaccionó mirándolo- Oh, Ari -Una ligera risa nerviosa sonó- Si, es que me quede a dormir en la casa de un amigo~

Apretó ligeramente la caja que tenia en sus manos, estaban en el medio de la cafetería escolar. ¿Alguien los observaría?

-E-esto es para tí -Le entregó la pequeña caja-

-Hey, Cerdito, no tenias por que~ -Sonrió revolviéndole los cabellos, el menor solo hizo que no escuchó aquel apodo-

De respuesta fue un repentino abrazo.

Casi aplastaba la caja que había entre estos.
Y por poco se le cae al mayor, sin duda este correspondió extrañado por tal comportamiento del menor.

-Disfrútalo~ -Dijo el de cabellos rizados mientras se despedía con una sonrisa-

Aun dejando al ecuatoriano extrañado sólo se fue.

En eso el mismo chico que recibió la caja soltó una ligera risa al ver la porción de pastel con aquél chocolate que tanto resaltaba, fue lo primero que llevó a sus labios.

-Eres tan raro a veces, Andy -Con su ligera risa aún así mordió aquel delicioso chocolate- Hum, cómo sus labios~

Susurró por lo bajo, y sonrió satisfecho, al saborear la dulzura de aquel chocolate con Carmelo.

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