Capítulo 28

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Gun nunca había odiado a una persona, o no lo hacía hasta que había conocido a Neen una semana atrás.

Odiar era una palabra muy fuerte, una que no se podía tomar a la ligera, odio era una palabra que describía como tenías repulsión hacia una persona hasta el punto de poder hacerle daño o desear que le ocurriese alguna desgracia. No era gracioso odiar a alguien, y ser odiado mucho menos.

No cuando eras odiado por Gun Atthaphan.

Casi se sentía en la guerra con aquella mujer, siempre siendo la sombra de Off en el trabajo y hablándole con aquella empalagosa vocecilla. Gun quería ir a donde ella y decirle que hablara bien y que dejara de actuar como una santa cuando no lo era.

Off le había dicho que podría equivocarse y que en verdad él se imaginaba todas esas cosas por los celos a Neen, pero Gun estaba seguro que no lo hacía. Podía ver claramente como ella que coqueteaba y miraba a Off de pies a cabeza siempre que le daba la espalda o hablaba con alguien más.

Gun trataba de no ser berrinchudo y quejarse con Off porque sabía que lo empezaba a irritar con sus supuestas alucinaciones con Neen, pero moría de la rabia cada vez que esa mujer se le acercaba hasta el punto de ir hacia ella y preguntarle cuál era su problema.

Gun no tenía la culpa de ser directo y seguro de sí mismo.

Y Gun no estaba solamente enojado por la mera existencia de Neen, sino también lo estaba por el comportamiento de Off, tan amable, respetuoso y caritativo con ella, prestándole dinero siempre que ella le lloraba que no tenía dinero para comer o pagar sus deudas. Gun solo podía observarla con sus brazos cruzados pensando que ni siquiera él había sido tan regalado como lo era ella.

—En la oficina hablan, dicen que Neen es tu nueva amante. —le había dicho Gun un día de esos esperando a tener una reacción coherente donde Off dijera algo como "Solo te amo a ti" o "solo tengo ojos para ti" pero en vez de eso habían peleado y Off se había ido del departamento, dejándolo con la comida recién hecha y con sus emociones por los suelos.

Gun sabía que en una relación siempre había bajadas y subidas, peleas y hermosos momentos. Pero a Gun no le gustaba, odiaba pelear con Off y sentir su constante indiferencia.

—Cuando te des cuenta que estás equivocado y cuando entiendas que debes de dejar de ser tan caprichoso entonces ven a mí y hablaremos relajados mientras tomamos un café, de mientras no puedo verte así, confrontándome por solo ir a trabajar y hablar con mi asistente. —le había dicho Off la noche anterior para seguido darle la espalda y apagar la luz de la lámpara de noche.

Gun no había podido dormir esa noche, solo había pensado que esa había sido la peor semana que había tenido en toda su vida, con el estrés total en su universidad y las constantes peleas con Off y sus celos haciendo que todo su buen humor se desplomara.

Se dio cuenta que estaba exagerando, tenía razón. No debía dudar en Off, la confianza era la base fundamental de una relación, debía confiar en él y debía recordar que a quien amaba era a él, no a aquella mujer.

Había sollozado en silencio y para no levantar a Off se había encerrado en el baño a media noche, limpiando su rostro y esperando a calmar sus suaves hipidos mientras le mandaba un mensaje a Lee y era consolado por él mediante mensajes.

Lee había sido un buen apoyo en esa semana, y es que lo necesitaba, necesitaba un amigo con quien hablar y decirle que estaba perdido, estaba frustrado y enojado consigo mismo, y ahí había estado él para apoyarlo y hacerlo entrar en razón.

Y Gracias a Lee, Gun había dejado de llorar, había limpiado sus lágrimas y se había acostado de nuevo al lado de Off, acurrucándose detrás de su espalda sintiendo el calor de su cuerpo al estar cerca del suyo, ayudando en aquella noche la cual era húmeda y fría.

Bonsoir Monsieur (OFFGUN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora