♧New Queen♧

♧Capítulo 3♧︎︎︎

—Su cabello es muy suave princesa —me halagó Avril enredando sus dedos en mi cabello de tal forma en que parecía que lavaba cabello por cabello desde mi cabeza hasta las puntas.

—Gracias, mi madre me ayuda a cuidarlo —le conté notando lo cuidadas que estaban sus manos y sus uñas, entonces su madre entró de nuevo con esponjas y jabones varios en una canasta finamente hecha que lucía muy resistente.

La señora me miró desde arriba con una de sus finas cejas rubias enarcadas mirando con atención el trabajo de Avril en mi cabello y asintiendo satisfecha después de unos segundos para darle la vuelta a la bañera y agacharse para tomar repentinamente uno de mis pies y alzarlo sacándome un pequeño chillido, y de no ser porque Avril me prestó una de sus manos para aferrarme me hubiera hundido del todo en el agua. Empiezo a reír cuando Silvie talla las plantas de mis pies con la esponja.

—Preste mucha atención majestad —me llamó la atención Silvie mientras comenzaba a pasar la esponja por mis tobillos y pantorrillas, tallando como si limpiara trastes y Avril me ayudaba a sentarme para comenzar a lavar mis manos, desde cada una de mis uñas hasta las muñecas.

—Como la nueva reina del bosque esta semana la tendrá muy pesada, tendrá que darse a conocer en los 5 reinos, empezando por el suyo, esta tarde tiene que dar un discurso frente al pueblo en la plaza principal, conocer a los nobles y generales de los guardias hoja, y cuando todo haya acabado iniciarán sus lecciones, debe conocer cada rincón de su reino y cómo funciona cada cosa por aquí.

—Me perdí en "preste mucha atención majestad" —me burlé para hacerla rabiar un poco, aunque en realidad sí que me daba miedito eso de tener tantas tareas tan pronto.

—No se preocupe majestad, madre y yo estaremos con usted en todo momento para guiarla —Avril talló mis brazos.

—Gracias, en serio lo aprecio.

—Te ves hermosa —me halagó Ronin en cuanto llegamos al salón principal.

Traía puesto un largo y fino vestido blanco con escote de corazón y un bonito adorno con pétalos de diente de león y finos adornos con telarañas platinadas.

En mis muñecas había unos largos brazaletes de oro y traía unos zapatos blancos de tacón alto.

Traté de que me dejaran traer el cabello totalmente suelto pero al final me hicieron pequeñas trenzas para atarlo en una media coleta porque querían que mi rostro se viera, ugh... Por suerte me dejaron un flequillo para poder jugar cuando me ponga nerviosa.

—Gracias —le sonrío algo nerviosa por todo lo que está por venir.

—Nia quiero presentarte a alguien —me avisó caminando hacia uno de los salones del castillo.

Mis damas de compañía y yo lo seguimos hasta una sala llena de libros con unos sillones y mesas al centro, pero lo que más me llamó la atención fue el joven que se encontraba de pie a frente a un ventanal. Mis damas se quedaron a un metro exacto detrás de mí en todo momento.

—Él es quien se encargó del reino durante el caos causado por Mandrake y sus secuaces —me explicó provocando que el hombre desconocido nos mirara.

Se veía joven, tendrá un par de años más que yo supongo, su cabello es de un negro muy oscuro y sus ojos eran de un azul tormentoso, sus rasgos eran finos y pálidos.

Vestía un traje blanco hecho a la medida, se veía muy elegante y fresco, además de que también era alto, muy alto, que bueno que traigo tacones.

—Buenos días majestad, es un honor conocerla por fin —su voz profunda me saca de mi ensoñación mientras hace una elegante reverencia—. Mi nombre es Alarick, hijo del tesorero real y estoy a sus servicios.