―No eres real. ―exclamó con una calma desértica, mirando con sus ojos violetas a la chica frente a ella.
―Sí lo soy. ―Se defendió la de ojos de gato feroz. Su cabello cenizo estaba un poco más largo de lo que recordaba, pero sus ropas seguían iguales ―. Tú tienes la culpa, tú me creaste.
―¿Rukia? ―La llamó su madre, echando un vistazo en la habitación. La señora Kuchiki ya tenía una idea de lo que pasaba con su hija, no era la primera vez que la escuchaba hablando sola ―. Deja de hacer eso, ¿quieres? Es enfermo. Además ya casi llega Kisuke así que no quiero que lo asustes con tus cosas, ¿me oíste?
―Sí, mamá. ―Puso los ojos en blanco y se recostó en el sillón de la sala. Justamente el teléfono timbró en ese momento y solo fue cosa de mover un poco el brazo para alcanzarlo, pues el objeto estaba sobre una mesita cercana ―. Diga.
―Rukia, los chicos y yo vamos a casa de Chad para ver películas. Vendrán unas amigas; Tatsuki, Senna e Inoue. ¿Quieres venir? Pediremos pizza.
―Me gustaría pero vamos a tener algo así como una cena formal con el novio de mamá. Me he tenido que poner un vestido y mi hermano un traje formal. Tengo un mal presentimiento, creo que le pedirá matrimonio. Ella está feliz.
―Qué mal. Pero... ¿él te agrada?
Rukia se encogió de hombros, restándole importancia.
―Me da igual.
―¿Mañana estás libre?
―¿Por qué? ―Frunció el ceño. Como si no tuviera toda la semana libre por haber sido suspendida a causa de peleas en el instituto, justo como Ichigo.
―¿Quieres ir a buscar pokemons al centro?
―Ichigo, eres un bebé ―Se rió.
―¿De qué te ríes? Yo no fui quien inventó todo ese juego de los shinigamis ―Ella no dijo nada. Por medio minuto la conversación quedó tensamente silenciada ―. ¿Cómo vas con eso?
―... tengo que colgar, Ichigo.
―Oye, no, espera... ¿Rukia, sigues ahí? ¡Rukia!
La pelinegra observó a su hermosa madre reír mientras recibía a un hombre de traje beige y cabello rubio. Parecía guapo y con mirada misteriosa. Le había traído un presente a Rukia, un llavero de conejito que a ella le encantó.
.ɸ.
En algún momento escuchó a Ichigo comentarle sobre un chico que había tenido un sueño muy raro y que decidió darle forma a esa extraña idea hasta plasmarla en un libro, convirtiéndola en una saga de cuatro entregas. La serie fue tan famosa que todos se sorprendieron cuando el escritor explicó los orígenes de sus libros. Rukia tuvo la idea de escribir todo lo que se le ocurría, después de todo, a ella se le daba muy bien eso de imaginar aventuras.
Se dedicó toda su semana libre de escuela a esa tarea en específico. Llegó a redactar cerca de doscientas hojas con todas sus ideas y de pronto se dio cuenta de que su amado mundo de shinigamis y hollows podía expandirse a niveles insospechados. Una tarde creó a los Bounts, luego a las diversas clases de Hollows, especificándolos; Vasto Lorde, Menos Grande, Espadas, Privaron Espadas. Para el viernes incluso tenía dos nuevas razas; los Quincy y los Fullbringers. Ella estaba maravillada con todo el proceso de creación. Finalmente había encontrado un propósito, la manera de vaciarse a sí misma para hacer algo productivo.
Sin embargo aún faltaba mucho por escribir.
―¿Hace cuánto que no te das una ducha? ¡Y mira nada más el tiradero que tienes en tu cuarto, Rukia! Kisuke vendrá en cualquier momento para cenar. ―Su madre lucía frenética recargada contra el marco de la puerta con los brazos cruzados, mientras Rukia no le prestaba ni un mínimo de atención, abstraída totalmente por la pantalla del ordenador ―. Rukia, estoy hablándote. ¡Mírame! ―Pero la jovencita seguía tecleando rápidamente, concentrada. No fue sino hasta que alguien cerró la laptop de un golpazo que Rukia se sobresaltó y miró a su alrededor, encontrando a su mamá furiosa.

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Ella hollow
Mystery / ThrillerElla dice ser una Shinigami que tiene miedo de convertirse en un Hollow. Rukia no está bien de la mente y nadie puede negarlo, aun sabiendo eso, ¿quién se quedará con ella? ¿quién puede amar a una loca? A través de los kilómetros Ichigo intentará al...