VIII. Destello naranja

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Terminé el primer libro en la noche. The strawberry and the death.

La protagonista se llama Fade y es una chica que tiene miedo. Al parecer hay algo en su pasado que no puede recordar pero luego viene un amigo suyo y la salva de su madrastra abusadora. El tipo resulta ser un shinigami. Al final de la historia Fade tiene indicios de estarse convirtiendo en una especie de monstruo llamado hollow.

Estos libros son importantes. El mundo de Rukia está vertido en ellos y me pregunto si tendrá alguna información sobre Rukia.

Me levanté temprano y como no había nada de comer en mi casa de Karakura salí al centro para buscar una cafetería. Encontré a Ishida a lo lejos y sorpresivamente él vino corriendo hacia mí tan rápido que hasta me asusté.

―Kurosaki ―Me sonrió de medio lado.

―Ishida, ¿Cómo estás...

―¿Puedes cubrirme unos días en el hospital de la ciudad? ―Me preguntó de inmediato, sin perder tiempo en formalidades. Me quedé atontado y luego él me explicó ―. Verás, voy a salir hum... de luna de miel con mi esposa y no he podido conseguir alguien que me supla en mis actividades del hospital. Están cortos de personal. Solo sería una semana. Por favor, Kurosaki.

Lo vi con el ceño fruncido. No nos veíamos desde hace meses, pues estudiamos juntos Medicina, y ahora solo me hablaba para pedirme un favor. ¡Cuatro ojos desgraciado! Ni siquiera me pasó las respuestas que me faltaban en aquél examen de anatomía que aprobé por los pelos.

―¿Tu esposa? ¿Quién es la demente que se atrevió a casarse contigo?

Ishida me vio con su rostro gélido nuevamente.

―Es Orihime. Nuestra compañera de preparatoria, no sé si te acuerdes de ella.

Hice el intento de recordar pero no me sonaba su nombre.

―Claro que la recuerdo ―Mentí.

Él siguió pidiéndome que lo ayudara, de lo contrario no podría salir de viaje. Por un lado tenía un motivo más para quedarme unos días en Karakura, también en el hospital de Tokio mi jefe me tenía harto por nuestras constantes diferencias, incluso mi padre estaba pensando en retirarse de ahí. Todo empezó porque el señor Yamamoto quería intervenir en los tratamientos de Yuzu y ni mi padre ni yo lo dejamos. Decidí ayudar a Ishida y ver qué pasaba. Después de todo, ¿qué podría salir mal?

Hoy Fade me golpeó muy feo.

La enfermera estaba curándome con paciencia e intenté no llorar pero me fue imposible. La nariz me dolía mucho y sangraba abundantemente. Dijeron que me llevarán al hospital médico general de Karakura, necesito radiografías. Byakuya entró preocupado a la habitación, dijo que vino en cuanto pudo. Me mira como siempre, como si yo fuera un caso perdido. Hisana llega después y empieza a decirme que todo estará bien, aunque no se me acerca. Pero yo sé que nada estará bien porque Fade está enfadada y eso solo significa problemas. Nunca nos habíamos peleado de esa forma. Lo siento tanto, Fade.

Ichigo me recibió en el hospital. No pude creerlo. Él estaba ahí con su bata blanca de doctor, observándome con sus ojos cafés, pero es raro, parece que no me cree loca porque me ve diferente.

―¡Rukia! ―Me miró sorprendido, corriendo hacia mí ―, ¿qué pasó? ―Tomó mi mano con suavidad y con la otra empujó un poco mi espalda, indicándome el camino al consultorio.

―¿Qué haces aquí? ―musité al verlo con la bata larga de doctor.

―Estoy cubriendo a Ishida porque salió de viaje. ¿Lo conoces?

Ella hollowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora