Estoy nervioso no se los voy a negar. Primer día de universidad con Julieta en el campus y lo peor de todo es que no se qué esperar, Renata no me quiso enseñar ni una foto, me dijo que me daría cuenta cuando la tuviera enfrente.
-¿Estas segura de que esto va a funcionar?- busco la mirada de mi hermana mientras caminamos hacia la cafetería para desayunar.
-No te puedo prometer algo de lo que no estoy segura, se que fuiste el primer amor de mi amiga y créeme, palabra de mujer, el primer amor nunca se olvida, así que queda en ti si el recuerdo que ella tiene de Santiago Cruz se convierte en algo bueno o lo entierras para siempre- me guiña un ojo y sigue caminando.
- ¿Qué onda Santi? - Mateo se acerca a nosotros junto con JP, otro de nuestros mejores amigos- ¿Listo para la pendejada de tu vida? No he visto a Fiona por aquí, por cierto.
-Hola a ti también, Mateo- contesta Renata- Le vuelves a decir Fiona a mi mejor amiga y te parto tu madre.
-Uuuuy que miedo me das Renatita
-Bájenle los dos a su pedo- interrumpo- Y no le digas Fiona a Julieta otra vez que te saco del depa y le digo a todos que te chupas el dedo, a ver si eso no te da miedo.
-Ahora bájale tú a tu pedo Santiago- contesta Mateo riendo.
-¿Listos para el desfile de carne fresca?- pinche JP, le encanta acosar a las niñas de nuevo ingreso cada inicio de semestre. Tiene problemas serios este cabrón.
-Obviamente, a ver si así se le quita a Santi la idea de tirarse a Julieta- y obviamente Mateo siempre le sigue el jueguito.
-Yo los dejo que no soporto escuchar cómo hablan de las mujeres- Renata se levanta de la silla y me mira fijamente- Ojos abiertos, Santiago, que el amor de tu vida puede pasar enfrente de ti en cualquier instante- el timbre de su celular corta la frase y Renata se aleja hacia los jardines para contestar la llamada.
-Y que quede claro, Mateo, no me quiero tirar a Julieta, quiero que sea mi novio y vete haciendo a la idea, porque la voy a conquistar- ahora le respondo yo al tarado de mi mejor amigo.
-Como digas, bro. Sabes que todo es broma, te apoyo si eso es lo que quieres.
-Voy por algo de comer, ¿alguien quiere? – me paro de la silla y me dirijo a la fila de la cafetería
-No, ya que se baje un poco más la fila nos paramos- me contestan mis amigos y siguen en su ritual de apareamiento visual con las niñas de nuevo ingreso.
Tengo la cabeza perdida en mis pensamientos, no puedo dejar de pensar en Julieta y en la nota que le tengo que dejar quién sabe dónde para que no descubra que yo soy el "admirador secreto".
Me paro en la fila de la cafetería, no tengo estómago para un desayuno fuerte así que decido buscar algo ligero entre los misceláneos que se encuentran camino a la caja de cobro. Estiro la mano para agarrar unos cacahuates cuando veo que una chica dirigía su mano hacia el mismo producto que yo tenía en la mira.
-Perdón, tómalos tú- levanto la mirada y me quedo en seco. Julieta.
-¿Santiago?- me mira con sus grandes ojos cafés y no puedo creer que esto esté sucediendo.
-Julieta- su nombre sale de mi boca como un suspiro- ¿Co-cómo estás?- mi cerebro no coordina mucho en estos momentos. Julieta está enfrente de mí y ya no es la niña de quince años a la que le rompí el corazón, es una mujer perfecta y guapísima.
-Yo estoy muy bien, ¿y tú? Me dijo Renata que estudiabas aquí, pero no pensé que nos encontraríamos tan pronto- su voz ya no se quiebra al hablar y sus ojos ya no ven al piso. Se nota que irradia confianza.
-Yo también estoy muy bien, igual, Renata me comentó que estudiarías aquí y no te voy a mentir, esperaba con ansias este momento- la miro a los ojos para ver si encuentro algo de la vieja Julieta en ella, pero no, es una persona diferente y me gusta- ¿Crees que podamos hablar antes de que empiecen tus clases?
-Lo siento Santiago, ahora no puedo- me regala la sonrisa más bella que he visto en mi vida y continúa- Tal vez otro día y tomaré tu palabra, me quedo yo con los cacahuates- se da la media vuelta, paga y se aleja de mí.
Dios mío, pero ¿qué acaba de pasar? Julieta, el amor de mi vida, acabo de hablar con ella y no puedo estar más feliz. Pensé que estaría enojada conmigo, pero no sentí esa vibra en ella.
Me dirijo a la mesa con mis amigos, se me quitó el hambre y terminé sin comprar nada.
-Pero bueno Santiago, tú vas por la vida de santito y nos quitas a la niña más buena que ha aparecido en lo que va del día- no entiendo lo que me está diciendo JP y creo que lo entendieron por la cara que puse.
-No hagas esas muecas, Santiago, ¿no que muy enamorado de Julieta y te pones a ligar con la morra buenona que estaba enfrente de ti en la fila?
-¿La morra buenona? Es en serio- no puedo aguantar la carcajada que sale de mi boca- Creí que ese no era tu estilo de mujer, Mateo.
-Y no lo era hasta que ví a esa belleza, la palabra gordibuena ha cobrado un nuevo sentido para el rey de la peda.
-No vuelvas a llamarla gordibuena Mateo, respeta a las mujeres de una vez por todas, no mames wey.
-Y ahora la defiendes como si la conocieras de toda la vida, ¿qué te pasa Santiago? ¿No que muy enamoradito de Julieta?
-Lamento decirte hermano, que esa mujer hermosa de la que hablas es Julieta.
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Este amor no pesa
RomanceMe llamo Santiago y soy el típico cliché del que te enamoraste en secundaria. La vida me ha cambiado en ciertos aspectos, pero todavía hay algo que tengo marcado como pendiente. Me lo propuse y pienso jugar con el destino, la voy a buscar y le voy a...