-Te juro que no está en Instagram Santi- Mateo y yo llevamos horas buscándola en todas las redes sociales que existen.
- Y en Facebook dijiste que no publica desde 2015, ¿verdad? - le pregunto a mi amigo.
-No- cierra su laptop y dirige su mirada hacia mí – pero neta que infantil que te bloqueó de Facebook wey -suelta una carcajada.
-Tenía 15 años, no es como que fuéramos adultos- todavía recuerdo esas últimas palabras que me escribió antes de bloquearme en la plataforma que funcionaba como nuestra mensajería secreta; antes de que la lastimara sin vuelta a atrás.
- ¿Oye, y no has pensado en preguntarle a Renata?, ¿eran amigas, no?
- Mejores amigas- corrijo a mi amigo y me paso las manos por la cara en señal de frustración- Después de todo lo que pasó acordamos no tocar el tema otra vez.
-Pero esta vez vas con todo amigo- se levanta de la silla y me pone una mano en el hombro – Yo creo que si hablas con tu hermana y le cuentas todo no se va a rehusar a ayudarte.
- ¿Por qué la dejé ir? Fui un idiota
- Sigo sin entender qué es lo que ves en ella, Fátima es mil veces mejor Santiago.
- Fátima es una gran amiga, pero nunca he sentido por ella lo que siento por Julieta.
Nuestra plática se interrumpe por el timbre del departamento. Creo que mi familia ya llegó a desayunar.
Camino hacia la puerta mientras Mateo se queda en el comedor acomodando los platos.
-Hola Santi- Renata es la primera en entrar, me da un abrazo y sigue de largo hacia la cocina.
-Hola pa, hola ma- los saludo a ambos con un abrazo y cierro la puerta del depa.
-Buenos días, mi amor- contesta mamá con esa sonrisa que la caracteriza – ¿Cómo durmieron hoy?, ¿qué tal el hotel? - les pregunto para romper un poco el hielo.
- Todo bien hijo, pero estamos pensando tu madre y yo en comprar un departamento cerca de este – qué les pasa a estos locos, el punto de estudiar en otra ciudad es vivir la vida lejos de ellos y de sus reglas – Con Renata y contigo viviendo aquí creo que las visitas serán mas frecuentes por nuestra parte- termina mi padre y se sienta en el comedor.
- Hola señor, ¿cómo está? - Mateo siente la tensión e interrumpe la plática.
-Hola Mateo, ¿cómo estás?, ¿cómo están tus padres?
-Muy bien, muchas gracias, les mandan saludos a todos.
-Muchas gracias, igualmente- papá se acomoda en su silla y voltea a vernos a Mateo y a mí; creo que lo que veo en su cara es una sonrisa – Por lo visto hoy es el día libre de Mary, ¿supongo que ustedes hicieron el desayuno? - uy papá, no sabes en la que te has metido.
-Prepárense para probar los mejores hot cakes de este planeta- dice Mateo mientras toma el plato lleno de hot cakes que se encuentra en la barra de la cocina.
- ¿Es neta, Santiago, hot cakes? - pregunta Renata mientras se sienta al lado de papá.
-Los mejores- contesto mientras guiño un ojo y coloco los toppings en la mesa.
El desayuno fluye mejor de lo que Mateo y yo habíamos pensado, papá y mamá nos hacen preguntas sobre nuestros estudios y Renata quiere saber todo sobre la ciudad. Sin darnos cuenta mis padres están en la puerta despidiéndose de nosotros.
-Y bien, ¿para qué querían que me quedara? – Renata está recargada en uno de los muros del depa y nos ve con las cejas levantadas.
-Verás Renata querida – dice Mateo con su voz sarcástica mientras se sienta en el sillón y señala el lugar delante de él para que Renata tome asiento – Tu hermano trae unas ideas raras últimamente.
- Mateo, cállate por favor – lo interrumpo y me siento al lado de él – Necesito tu ayuda hermana
- ¿Okay? - nos mira extrañada y nos hace señas para que continuemos hablando.
-Julieta...- Antes de que pudiera continuar, Renata me interrumpe.
-No Santiago, ese tema no, por favor.
-Déjalo hablar Renata, ahora las cosas van en serio – Mateo sale a mi defensa- ¿Crees que yo estaría aquí apoyándolo si no estuviéramos hablando en serio?, sabes que yo nunca he sido muy fan del combo Santiago-Julieta.
- Por esos comentarios es que no quiero que mi amiga sufra otra vez
- Renata, de verdad te lo suplico -espero que vea en mi cara que hablo en serio porque si no estamos perdidos – Ayúdame a encontrarla, por favor.
- Vi los videos Santiago- no entiendo de qué me está hablando – Y no te hagas en que no sabe, primer fin de semana de Fátima en la ciudad y ya están saliendo de fiesta como cuando estaban en la prepa. No inventes Santiago, podrás engañar a Mateo con tus falsas intensiones, pero a mí no- se levanta del sillón y se dirige hacia su habitación.
-Espera Renata, todo tiene una explicación, te lo juro- intento hacerla regresar a la sala pero no lo logro.
Quería gritarle que no había invitado a Fátima al antro, que la había encontrado en el lugar y que nos reencontramos como amigos, al fin y al cabo, eso somos. Pero creo que esa conversación tendrá que esperar, lograré convencer a Renata.
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Este amor no pesa
Roman d'amourMe llamo Santiago y soy el típico cliché del que te enamoraste en secundaria. La vida me ha cambiado en ciertos aspectos, pero todavía hay algo que tengo marcado como pendiente. Me lo propuse y pienso jugar con el destino, la voy a buscar y le voy a...