Are you scared? [Erasermight fictober]

21: Gurgling.

Por DustySunflower44

【２１ — Ｍáｃｕｌａ — Ｇｕｒｇｌｉｎｇ】

»» Observan, ambos infantes contemplan a uno de los fenómenos más mortíferos de este planeta, sin embargo, ellos jamás lo sabrán. ««

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Toshinori regresa a casa con los libros bajo el brazo y un calor abrasador quemándole la nuca, camina por la rivera del canal y silba distraídamente. Saluda a los escasos transeúntes y, por supuesto, se detiene al advertir la presencia de Shota Aizawa, quién es su vecino y ocasional compañero de prácticas deportivas.

—Hey! Joven Aizawa. — El rubio avanza en dirección del mencionado, con aire tranquilo pues no tiene que forzarse a ser una simpática persona con el aficionado por los gatos —. Es la una, ¿no deberías estar en clases? — Pregunta, sin reproche algunas a sabiendas que el otro suele saltarse una o dos horas de aburridas lecciones.

—Supongo. — Refuta, las mejillas del azabache son aún redondeadas a sus once años, y todavía no ha dado su primer estirón —. Pero… — Señala a la mancha delante de ellos, una mácula que destaca en el creciente verdor de la ladera. —Intento averiguar qué es, no se trata de algún aceite o petróleo.

Toshinori examina a la mancilla y, tras unos minutos de observación: llega a la misma conclusión.

—Haru estaba gruñéndole. — Informa, y es cuando Yagi nota que el diminuto pomerian de la abuela Amakiji se encuentra resguardado dentro de la sudadera de Shota —. No le dejé acercarse, porque… — Toma una pausa, porque incluso si tiene confianza en Toshi, hasta a él le parecen ridículos sus motidor.

Estipula y el rubio asiente.

De hecho, Yagi desciende ligeramente el cuerpo y busca seña alguna de hormigas —tan comunes en verano — o de algún escarabajo o pequeña araña de hierba. Ni siquiera un impertinente mosquito revolotea alrededor de ellos y… el blondo parpadea, porque le parece que la mancha decreció un ápice.

Casi, como si quisiera para desapercibida.

—Mejor así, no sabemos si podría ser el vestigio de un pesticida. — El mayor lleva a cabo una débil hipótesis, una que su acompañante decide creer —. Shota, volvamos a casa… bueno, antes pasemos con la abuela Amakiji, debe estar preocupada por Haru. — Ofrece su mano al muchachito, sin querer admitir la verdad: aquella mácula le provoca escalofríos.

Después de todo, es oscura —demasiado oscura —  y, además, a Toshi le pareció escuchar un débil “glú-glú” proviniendo de ella.

—Si es un derramamiento de pesticida: deberíamos colocar una advertencia. —Añade de súbito el moreno, desaprehendiendo la cálida mano de su primer amor —. En el poste de allá…

No tardan en crear un vistoso letrero de advertencia en una página  corrugada de una libreta a medio usar. Hoja de la cual no habrá rastro alguno en cuestión de minutos, tampoco de aquél poste y, mucho menos, de los dos alumnos del turno vespertino que corrían a sus clases y jamás llegaron al colegio.

Así como, tampoco de la fatídica mancha voraz.

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