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VII.

Estábamos en la casa de James eligiendo su "atuendo para su espectacular y oh-tan-perfecta cita", la verdad yo me estaba aburriendo. Dios, él es hombre. Se pone unos jeans, chaqueta, camiseta y se va. ¿Qué tanto puede hacer? ¿Acaso se va a pintar las uñas? Oh, eso sería muy gracioso de ver.

"James, solo se tú mismo y ponte lo que quieras" Dije encogiéndome de hombros.

"¿Cómo puedes decir eso? Tengo que estar HER-MO-SO para Sam" Dijo moviendo su mano de derecha a izquierda en cada silaba. "Él es un dios griego, Adonis, sexy, precioso y yo soy...especial"

"James, eres muy SEXY ¿Acaso no te das cuenta? Él podrá ser un Matt Bomer rubio, pero tú eres un Logan Lerman con ojos marrones" Dije.

"Tienes razón, perra. Debo ser yo mismo, ¿abrazo?" Dijo extendiendo sus brazos hacia mí.

"Claro que si" Dije y lo abrace.

Eran casi las 7 y James estaba listo con una camiseta blanca, jeans oscuros y una chaqueta de cuero negra. Debo de decir que si no fuera gay y mi mejor amigo yo le daba duro contra el muro all day, all night *cara de pervertida*.

"¿Estoy bien?" Dijo y yo lo mire con cara de ¿en serio?

"Estas muy bien" Dije y sonó un claxon.

Al segundo James estaba gritando, saltando y chillando como ardilla retrasada sin la mitad de su cerebro. Dios, él nunca va a cambiar. Solo es un hermoso chico gay que lo espera para una cita.

Tocaron el timbre y tuve que golpear a James con mi sartén que desde el accidente con la policía la llevo a todos lados, para que reaccione. Es mi preciosa.

Seguro que le dolió porque sentí la vibración del golpe a su cabeza en mi mano. Como sea, lo obligué a abrir la maldita puerta de una vez y lo despedí.

Misión cumplida.

No tenía nada más que hacer y decidí volver a mi casa. Así que salí de la casa, todo estaba oscuro y no podía ver casi nada ¿cómo es posible que en las calles no haya luces? Puto gobierno.

Sentí que alguien me seguía y saque mi sartén, voltee como la niña del exorcista y no había nadie ¿DA FUC? En fin, seguí caminando y llegué a un faro así como el de Narnia, todo tranquilo y sentí una mano en mi hombro. Automáticamente, saque mi sartén y ¡PUM! 4 sartenazos en su cabeza de chorlito. Con la luz del faro, pude ver la cara de mi atacante... ¡PUTAMARE ERA UNA VIEJITA! AHORA SI ME JODÍ, A LA MADRE TODO.

"Hijita, ¿sabes que me pasó?"

IRÉ A LA CÁRCEL POR MATAR A UNA ANCIANA, AY SOY UNA ASESINA. PERDÓNAME DIOSITO, JURÓ QUE PENSÉ QUE ERA UN LADRÓN.

"Dios mío, ¿tú me golpeaste?

SOLO QUERÍA DEFENDERME, NO MATAR A ALGUIEN, IRÉ AL INFIERNO. EL DIABLO ME VA A VIOLAR Y VOY A TENER HIJITOS DIABLITOS.

"Ahora sí, pequeña pendeja. Me voy a vengar por haberme golpeado"

Sentí una patada en mi trasero y el sabor del suelo en mi lengua, no era nada agradable. Luego, me levantaron bruscamente del suelo y un puñete en mi mejilla.

"Viejita, usted está loca" Dije y traté de correr pero esa vieja parecía Chuck Norris y antes de siquiera dar un paso me agarro por el pie y me mordió. LA BIEN HIJA DE SU MADRE ME MORDIÓ.

"ESTO NO SE QUEDA ASÍ, VIEJA LOCA" Grité y la golpee con mi sartén, pero ella parecía inmune a mis golpes. Empuje la abuela y ella se cayó de trasero en la acera y aproveche el momento para salir corriendo. Llegue a una casa media rara y dude en entrar pero vi a la anciana corriendo hacia mí y toque la puerta desenfrenadamente, un anciano pelirrojo con falda escocesa me abrió.