Hela Dermott
Akim, un hombre alto, con músculos pero un poco delgado, una sonrisa cínica y cabello despeinado, es el retrato exacto de Aleksei, no hay diferencia notable, de no ser porque Aleksei esta en Rusia pensaría que lo estoy viendo a él.
Y aquí estas otra vez pensando en Aleksei, tenga cuidado soldado.
Río mentalmente, a veces pienso cosas muy estúpidas...
- Cielo, estas hermosa como siempre. - Saluda Akim dándome un beso en la mejilla derecha.
- Y tu tan idiota como siempre. - Digo dándole un golpe en el hombro.
- Yo se que me extrañaste, no tienes que ser tan obvia.
- A ver, hablemos de lo importante, ¿Que es eso tan importante que me tenias que decir? - Inquiero dándole un sorbo al café que compre en Juan Valdez, un café exquisito, por cierto.
- Primero, te tengo una propuesta que podríamos llevar a cabo hoy en la noche - Dice con una sonrísa coqueta mientras toca mi pierna - Y segundo, tengo un trabajo muy importante que solo tu podrás realizar, pero eso sería mañana.
Pensándolo bien, hace tiempo no tengo sexo, y podría ser nuestra despedida ya que no planeo verlo nunca más, y también será la manera de abandonar este trabajo, por lo cual le digo que acepto, ahora solo faltan las coordenadas.
Salgo del campus y decido llamarle a mi hijo, para avisarle que tardaré un día mas.
- Mami, hoy fui a ver unos colegios con la rusa - Dice apenas contesta, dándome a entender que salió con Svetlana.
- Cariño, si mamá esta bien, gracias por preguntar. - Digo con sarcasmo
- Ma, lo siento, solo que realmente me emociona poder estudiar de nuevo. - Dice con culpabilidad.
- No te preocupes mi vida, el viaje tardará un día mas, tengo trabajo que hacer, pero prometo no tardar mucho, te extraño y te amo...
- También te amo mami, vuelve pronto, voy a ver una película, hablamos después. - Dice antes de colgar.
Llegadas las ocho de la noche decido tomar mi abrigo y salir, llego al lugar donde Akim me esta esperando, subimos al auto y hacemos un recorrido silencioso, llegamos a su casa, quito mi abrigo y mis zapatos.
Llegó a la cocina y tomó un poco de vino, luego de vernos por unos segundos, Akim empieza a besarme desesperadamente, sus manos descienden hasta el borde de mi camiseta, subiendola hasta sacarmela por la cabeza, dejando a la vista mi sujetador blanco de encaje, pone la mano sobre mis muslos cargandome y en un segundo me encuentro sobre la encimera de la cocina, saca su camiseta y pantalón, mientras yo quito mi sujetador y falda, una vez que ha terminado con su ropa, toma los bordes de mis bragas subiendolas, causando una fricción deliciosa, se me es inevitable no gemir, para este punto mi entrepierna no deja de destilar humedad, baja sus boxers, mostrando su miembro, tiene buen tamaño, no es tan grande como el de aleksei pero no es pequeño, toma un preservativo del bolsillo de su pantalón, lo abre con sus dientes y lo desliza lentamente por su miembro, se alcanza a ver el líquido preseminal en la punta, ya que veo que solo se preocupa por el, tomo uno de mis Pechos y le doy atención con mis dedos a la punta fruncida, llevo mi mano a mi clitoris aplicando la presión que me hace gemir, estoy caliente pero el solo piensa en su propio placer.
Por fin decide que es tiempo de penetrarme, lo introduce despacio y tiene la intención de esperar, pero soy mas ágil y empiezo a hacer movientos fuertes y rápidos, no miento cuando digo que su buen tamaño no le colabora en nada porque simplemente no se sabe mover, joder, realmente perdí mi tiempo al venir, por mas que frotó mi clitoris y masaje mis Pechos mientras me muevo, no puedo sentir ese tan deseado placer, minutos después el ya se ha venido y yo solo he alcanzado el puto clímax, estoy realmente cabreada.
Toma otro preservativo con la intención de una segunda ronda, pero yo ya me estoy poniendo mis bragas, alzo la mirada cuando me pregunta el porqué de estarme vistiendo y puedo detallar su abdomen, dándome cuenta de que no está la marca, lo que me hace ponerme los pelos de punta, le digo que debo salir por una emergencia, salgo a toda velocidad, tomo un taxi y llego al hotel.
Tomo una larga ducha, mientras escucho Fine line de Harry Styles, pongo mi pijama y trato de dormir.
Despierto a las seis de la mañana, a las ocho debo de ir a una gala benéfica, donde esta Bernardo, el hombre que me fue asignado para asesinar, debe ser algo rápido, su debilidad son las mujeres, por lo cual debo de seducirlo para llevar a cabo mi plan.
Realmente no termino de entender el porqué de hacerlo en la mañana si deben de asistir con vestidos de noche, es realmente ilógico.
Voy a que me maquillen y peinen, es algo realmente sencillo, solo pedí un poco de sombra y labial rojo, para el cabello decidí llevarlo un poco ondulado y suelto, con un broche plateado que combina con los tacones, al llegar al hotel pongo mi vestido rojo, es ajustado en la cintura, sin tirantes, destapado en la espalda, de largo llega hasta mis pies, en la parte de abajo es un poco suelto, me encanta la manera en la que resalta mis Pechos, me hace lucir insinuante pero no demasiado.
Tomo mi cartera, acomodo mi pulsera y salgo de la habitación, afuera me espera Julián en la Range Rover negra, subo y nos dirigimos al sitio donde será el evento.
Al llegar, desciendo de la camioneta y me dirijo a la entrada, trato de llamar mucho la atención, así jamas sospecharian de mi, pues entre menos te noten, mas sospechas levantas, localizo a Bernardo y me acerco, moviendo suavemente mis caderas al caminar.
- Buenos días, me presento soy Carolina Rendon, vengo en representación de la Fundación contra el uso de drogas. - Le digo al hombre que no deja de ver mi escote.
- Buenos días, soy Bernardo Veracruz, permitame decirle que tiene usted una belleza imposible de opacar...
- La verdad usted luce demasiado apuesto con ese traje, el tono hace que resalte el azul de sus ojos.- Sonrió con coquetería mientras toco su brazo.
- ¿Quisiera usted, bella dama, conocer mi colección de vinos? - Sonrió porque se que esa ha sido mi entrada, bien.
- Si no es una molestia, me encantaría.
Toma mi mano llevándome con el al segundo piso, una vez en el despacho, suelta mi mano y me toma de la cintura, acercándome a sus labios, rápidamente sacó mi arma de mi cartera y antes de que si quiera pueda pensarlo disparo en su entreceja.
Cabe aclarar que tenia su debido silenciador, por lo cual puedo salir tranquila, charlo un rato con gente de la fiesta y a la hora decido marcharme.
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Oziozi

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PERDITIONEM
RandomLa Paz Jamás será suficiente incentivo para vivir, quien niegue necesitar el mal, sólo vive a base de mentiras...