Después del juego de la botella volvimos al hotel y nos quedamos un buen rato en la piscina. De playa a piscina. No abandonamos el agua. Estuve un buen rato jugando en el agua con Ashton y Calum, son como dos niños pequeños. Mientras mi hermano y Luke se quedaron hablando en las tumbonas. No entiendo porque lo hacen, si hagan lo que hagan van a seguir siendo igual de blancos los dos. Parecen dos vampiros de lo blancos que son.
Después fuimos a nuestras respectivas habitaciones y yo me tumbé en mi cama con los cascos puestos escuchando música hasta que sin darme cuenta caí en los brazos de morfeo.
Me desperté al sentir unas pequeñas gotas de agua en mi cara.
¿Estaba lloviendo?
¿No estaba en mi habitación?
Abrí un ojo y vi al idiota de mi hermano con un vaso de agua y mojándose los dedos y después echándomela a mi.
—Imbécil —le di un manotazo y me tumbé boca abajo—. Vete.
—Nos vamos los dos hermanita.
¿Qué?
—Hemos quedado con los chicos dentro de una hora en la recepción del hotel, al parecer Luke conoce una discoteca muy buena por aquí cerca —Me hechó unas cuantas gotas más pero ahora sentí como caían por mi espalda—. Ah y no te pongas muy guapa, no quiero que ningún baboso se te acerque.
¿Una fiesta?
¿Ahora?
¿Cuanto he dormido?
—¿Vas a dejar que tu hermana pequeña valla a una fiesta a la que seguramente no pueda entrar legalmente? —Giré la cara y le miré alzando una ceja—. Que irresponsable por tu parte.
—Prefiero que vengas a esta fiesta a que te quedes aquí sola.
—Ya soy mayorcita para cuidarme por mi misma —Me quejé—. ¿Porque tengo que ir a esa estúpida fiesta cuando puedo quedarme aquí durmiendo?
—Porque lo digo yo y punto. Y para de protestar que ya has perdido quince minutos, y los dos sabemos lo lenta que eres para arreglarte, así que si yo fuera tú iría levantando mi culo y preparandome.
Dios, a veces puedo llegar a detestar mucho a mi hermano.
Entré en el baño y me di una ducha rápida sin lavarme el pelo, tardé menos de diez minutos. Todo un logro para mi. Me enrolle en una toalla y cogí la ropa que había dejado preparada, unos shorts y una camiseta corta blanca ajustada, nada formal. Me vestí y acto seguido me maquillé. Michael estaba nervioso porque llegábamos cinco minutos tarde y a él le gustaba ser puntual. Cogí mi bolso pequeño, más que nada para guardar el móvil y la cartera, y nos fuimos. Entramos en el ascensor.
—Tienes que dejar ese tic nervioso que tienes hermanito —dije colocándole el pelo—. Te revuelves tanto el pelo que parece que no te has peinado en semanas.
—De todas formas mi pelo es indomable, cada día esta de una forma diferente —se encogió de hombros—.
—Y de color diferente también —rei y el rodó los ojos—.
—Ahora que hablas de color de pelo... ¿Que tal crees que me quedaría el verde? Me he cansado ya del azul.
— Pues muy bien hermanito, como todos —me acerqué y le di un beso en la mejilla—.
En ese momento se abrieron las puertas del ascensor y pude ver a los otros tres chicos esperándonos. Pero mi mirada solo conectó con la del rubio de ojos azules. Y en ese momento me acordé, no había pensado en su propuesta. Bueno, todavía tenía tiempo para pensarlo. No iba a darle una respuesta hoy.
Les saludé a todos dándoles dos besos en las mejillas a cada uno y nos dirigimos a donde el rubio experto en fiestas quería llevarnos.
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La apuesta (Luke y tú)
Fanfiction— Pero yo no quiero olvidarte —dijo acercándose peligrosamente a mi—. — ¿Y que quieres? —dije enfrentándome a él—. — Estar contigo —dijo sobre mis labios—.