La apuesta (Luke y tú)

Capítulo 5

|| Narra Amy ||

- No quiero que vuelvas a salir con Luke - dice mi hermano cuando llegamos a la habitacion

- Porque tu lo digas... -susurro y ruedo los ojos- ¿Y por que razón no puedo ir con él si se puede saber?

- Le conozco y se como es... Es muy buen amigo mio pero se como es con las chicas -dice sentándose en la cama-

- No me jodas Michael, es mi amigo, no tengo otra intención con él -me siento a su lado-

- Bueno... vale, pero ten cuidado vale -me mira-

- Ay que si -le abrazo- eres demasiado protector hermanito

- No quiero que vuelva a pasar lo de la última vez -me devuelve el abrazo-

- A ese ni le conocías, recuerda que yo estaba en Londres y te conté todo por teléfono... y tu conoces a Luke, deberías saber que él no sería capaz de eso, además que solo es mi amigo

- Tienes razón... anda vamos a dormir pequeña -dice tumbandome con él en la cama-

- Ay no -rio- primero me voy a dar una ducha, quita -digo imtentando soltarme-

- Ahora que ya estaba cómodo -dice pegándose más a mi-

-Michael! No querrás que haga como cuando eras pequeño... -le miro y ya esta con los ojos cerrados-

- ¿El que? ¿Llamar a mamá? Pues lo siento pero creo yo que aqui no esta -ríe-

- No... -le empiezo ha hacer cosquillas- por mucho que crezcas ese siempre será tu punto débil -me rio y me levanto de la cama en cuanto me suelta-

- Ven aquí, te vas a enterar... -se levanta-

- Tarde -salgo corriendo y me encierro en el baño-

- Ya saldrás -noto como se apoya en la puerta-

-Puede... o puede que no -río y me quito la ropa metiendome en la ducha-

Enciendo el agua y me quedo pensando en el día de hoy, realmente ha sido un día de locos. Primero lo de la piscina y después la tarde con Luke... Sonrio al pensar en Luke, me gusta ese chico aunque nunca lo admitiría delante de él o de mi hermano.

Salgo de la ducha y cuando salgo del baño veo a Michael dormido en el suelo. Suelto una pequeña risita y le miro tiernamente. Me visto y me siento encima de él.

-Hermanito... -le doy un beso en la mejilla- te has quedado dormido en el suelo

-¿En... el suelo? -abre poco a poco los ojos-

-Si -me levanto- anda levanta que luego te dolera el cuello

Se levanta sin decir nada y se tira a su cama boca abajo. Me tumbo a su lado y despues de un largo rato me quedo dormida abrazada a él imaginando que los brazos que me rodean son los del rubio que no puedo quitarme de la cabeza.