— Lo que quieras preciosa —Sonreí—.
—Ví como hacía una mueca de desagrado al oírme decirla preciosa— ¿Por que me has besado? —se cruzo de brazos y me miro dejando atrás la diversión de hace unos minutos—.
Reí y miré hacia los chicos, que estaban mirando hacia nosotros la mar de divertidos, seguro que habían visto todo, hasta cuando me pegó.
— Ves a esos chicos de allí —Les señalo y ellos saludan con la mano al ver que les estamos mirando. «Idiotas» pensé— pues uno de ellos me reto a que lo hiciera.
— Oh... Entiendo —dijo mirando uno a uno detenidamente—.
— Por cierto, ¿como te llamas? —dije volviendo la atención a ella—.
— Ya lo descubriras —dijo riéndose—.
No se porque se reía pero me gustaba su risa, y mucho. Además se me hacía bastante familiar, era como si la había escuchado antes, pero no le di más importancia, pensé que solo sería casualidad.
— Como quieras —dije encogiendome de hombros— por si te interesa yo me llamo Luke
Ahora fue ella quién se encogió de hombros como haciendo que no la importaba y yo me reí en mi interior. Piensa que no se que está mintiendo. Es una pequeña mentirosa, pronto caerá en mis brazos, no la queda mucho tiempo.
— Entonces todo solucionado, no? —dije después de un tiempo de silencio—.
— Mm... No se.. —me dijo divertida—.
«Me gusta cuando es así, alegre y llena de vida» Pensé.
— Yo tengo la solución a ese no se. ¿
¿Que te parece si te invito esta tarde a un helado?.
Me miró dudosa y yo deseaba que aceptara. No se porque pero esta chica en tan solo diez minutos que la conozco ha hecho que tenga cada vez más ganas de estar con ella, tanto que si me dice que no me volveré loco. Pero claro, eso no se lo dejaré ver, no por el momento.
— No acepto un no por respuesta. Hasta esta tarde guapa —La doy un beso rápido en la comisura de los labios y salgo lo más rápido posible antes de que reaccione—.
— ¡Eres un chulo de mierda! —oí que me gritaba ya a lo lejos y empezé a reír imaginandome su cara molesta que estaría poniendo en estos momentos—.
— Ya veo que te ha ido muy bien —me dijo Calum cuando llegué hasta ellos—.
— Os lo dije —dije con seguridad— hemos quedado esta tarde —me tumbé en la tumbona y me puse mis gafas de sol negras apoyando la cabeza en mis manos detrás del cuello—.
— Mira Cal —dijo Ash cogiendome de la cara— mira como le ha dejado la cara —se rió mirando como tengo el moflete de rojo—.
— Es que la niña ha salido con un carácter.. —me reí y me toqué el moflete donde me había dado—.
— Y con fuerza —añadió Calum riendo también—.
— Chicos, ya estoy aquí, ¿que me he perdido? —preguntó Michael cuando llegó a nuestro lado—.
— Esto —Ashton me cogió la cara y le mostró mi mejilla que todavía seguía roja—.
— Me voy cinco minutos a por
las bebidas y me pierdo lo mejor — Michael río y nos dio los refrescos que había ido a comprar— la próxima vez va otro que yo no me quiero perder detalle de lo que pasa pero haber, cuenta como te lo has hecho o mejor dicho, ¿quién te lo ha hecho?
Le conté toda la historia de lo que había pasado y cuando le conté lo de que me pegó, más bien lo contaron Ashton y Calum con todo lujo de detalles, Michael no pudo reprimir una risilla. Pero ahí estaba yo, queriendo quedar por encima de todos y recordándole la vez que una tía casi le deja estéril. Fue hace un par de años, no me acuerdo exactamente cuando pasó pero recuerdo perfectamente la patada que le dio. Estabamos los dos tonteando con un grupo de chicas, mejor dicho yo, ya que él no hacia nada, solo me acompañaba y de vez en cuando le echaba alguna sonrisilla a alguna cuando nos dimos cuenta que su novia nos estaba siguiendo. Ella loca de celos no le pidió ni explicaciones, directamente le dio el golpe y se fue por donde había venido. Michael estuvo un poco mal los primeros días pero después le ayude a conseguir a una de las tías de aquel día y ya volvió a ser el mismo Michael de siempre. A partir de ahí el empezó a salir de fiesta conmigo y a liarse con una tía diferente cada día como yo hacía hasta que volvió a enamorarse de una y se prometió a él mismo no volver a hacerlo.
— Pero cuenta más de ella.
— Pues... Tiene el pelo castaño, ojos verdes y... Tendrá 1 año menos que yo creo.
— ¿Como se llama? —Preguntó intrigado—.
—reí sin ganas— Ese es el problema, que no se como se llama.
— ¿Vas a quedar con ella esta tarde y no sabes ni su nombre? —preguntó con cierta diversión en los ojos— ya veo que no cambias Hemmings.
— Emm.. ¿Si? —dije vacilante—.
— Pues reza para que aparezca, aunque te creas que sí, eso no funciona con las tías —dijo levantandose— me voy ya chicos, que me estara esperando mi hermana.
— Yo tambien me voy —me puse a su lado— tengo que ponerme guapo para esta tarde
— ¡Adios! —Dijeron Calum y Ashton al unísono—.
______________________________________
BUENAS, ESTOY AQUI DE VUELTA. SIENTO MUCHO NO HABER SUBIDO ANTES PERO AL PRINCIPIO TENIA POCAS VISITAS Y PENSABA QUE NO GUSTABA, Y LUEGO CON LOS EXAMENES NO TENIA TIEMPO DE ESCRIBIR. MIL DISCULPAS. TODAVIA ME QUEDAN UNAS SEMANAS DE EXAMENES ASI QUE EN NAVIDADES PODRE SEGUIRLA, ESPERO QUE OS GUSTE ESTE CAPITULO.
YA SABEN, SI LES GUSTO VOTEN Y COMENTEN QUE LES HA PARECIDO

ESTÁS LEYENDO
La apuesta (Luke y tú)
Fiksi Penggemar— Pero yo no quiero olvidarte —dijo acercándose peligrosamente a mi—. — ¿Y que quieres? —dije enfrentándome a él—. — Estar contigo —dijo sobre mis labios—.