Capitulo 3

2.3K 127 9
                                    

BUENAS! Espero que os guste este capitulo. Ya dije antes que ya no tenía inspiración en esta novela y por eso siento no haberla subido antes.

Espero que os guste :) 

No olviden comentar y votar

_____________________________________________________________________________

Eran las cinco y diez de la tarde y me senté en un banco, esperando a que bajara mi chica misteriosa. Llevaba diez minutos de retraso y ya pensaba que no se vendría.

Solo quería disculparme con ella por lo de esta mañana. Me comporté como un imbécil. Yo me podía liar con una tía cada semana pero si la besaba o hacia algo era porque esa chica también quería, yo no obligaba a ninguna a hacer algo que no quisieran, pero hoy no había sido así. Hoy la había obligado a que me besara y eso no estaba bien. Pero el orgullo por no perder ese estúpido reto y añadiéndole que "mi chica misteriosa" era demasiado guapa sacó lo peor de mí. Pero no pude evitarlo. Fue acercarme y ver sus labios tan carnosos y pidiendo ser besados lo que me cegó e hizo que en lo único que pudiera pensar fuera en capturarlos con los mios.

Pero esque, Oh mi Dios, eran tan apetecibles...

Las cinco y media.

Me levanté dispuesto a irme. Estaba claro que ya no iba a venir. Mi oportunidad de disculparme se desvanecía por segundos.

Iba a salir por la puerta cuando oí unos pasos detrás mía corriendo

“¡Luke! ¡Espera!” Me parecío escuchar detrás de mí.

Me giré y allí está ella. Mi chica misteriosa. Ahora tenía el pelo completamente seco, vi como era su forma natural. Era un castaño más claro que en la piscina y ligeramente ondulado. 

«Hace una combinación perfecta con sus ojos verdes» pensé.

— Ey —saludé levantando la mano cuando llegó hasta mí— chica misteriosa por fin vienes.

— ¿Misteriosa? — me preguntó recobrando el aliento por la carrera que se acababa de hacer.

— No se como te llamas todavía y hasta que no lo sepa te llamaré así.

— Pronto lo sabrás. —me respondió sonriendo y me guiñó un ojo—.

— ¿Y eso cuando será? —la sonreí de vuelta sin poder evitarlo—.

— Hoy —respondió encogiendose de hombros—.

La miré encarnando una ceja a lo que ella me dijo riendo “No se que pretendes haciendo ese gesto pero lo único que haces es que me ría ”. Reprimí la risa lo que se convirtió en una pequeña sonrisa y salimos del hotel.

— Pensé que ya no ibas a venir —la dije despues de un rato de silencio—.

— Lo siento, mi hermano no me dejaba venir. Ya sabes como son los hermanos mayores, demasiado protectores. Me ha costado mi trabajo convencerle.

Asenti y la miré de reojo.

«¿Como se llamará? no puedo aguantar más sin saberlo y cueste lo que cueste voy a conseguir que me lo diga» pensé.

— ¿Me diras ya como te llamas?

— Emm... Adivinalo —me miró divertida—.

— ¿Como se supone que voy a adivinarlo? —me paré y la miré a los ojos— ya por favor dime —puse mi mejor cara de pena sacando el labio inferior hacía fuera y junté las manos en forma de suplica—.

Ella rió

«Amo su risa.» pensé.

— Nop. Y esa no es la cara que hay que poner, no da lástima —rió más fuerte echando la cabeza hacia atrás a causa de la risa—.

La apuesta (Luke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora