Capítulo 1: El jefe

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Capítulo 1: El jefe

—Me lo dieron— su afirmación hizo que su compañera de cuarto soltara el trozo de pizza que estaba por llevarse a la boca.

— ¿Cómo? — preguntó pero ella seguía absorta en la pantalla frente a sus ojos para poder prestar atención a algo más.

Un par de líneas que cambiarían por completo su vida.

Solo dejó de estar absorta en el correo cuando Sandra tomó la computadora para ver por ella misma ante su falta de respuesta.

Y justo en letras claras al principio del renglón Nicol había sido contratada en el último empleo en que pensó que la contratan después de enviar miles de solicitudes a diferentes empleos los últimos meses.

Debido a la reciente pandemia no había podido asistir personalmente a los empleos y quizás era una suerte para ella que no tuviera que asistir personalmente a las entrevistas y así hacer el ridículo como parecía que era su especialidad.

Lo siguiente que supo es que ambas estaban gritando como desquiciadas hasta casi tirar el refresco de lata sobre la computadora pero eso no detuvo a Sandra mientras corría hacia la estantería y sacaba su "preciada" reserva de vodka para ponerla frente a ellas.

—Tenemos que celebrarlo. — exclamó mientras hacía a un lado los miles de papeles y comida chatarra esparcida sobre la mesa plegable que de alguna manera ambas se la arreglaban para que sirviese como comedor, escritorio y tocador.

—Me encantaría pero no puedo— respondió Nicol mientras se aseguraba que la computadora siguiera funcionando.

—Oh vamos no empieces con eso, esto es una gran noticia.

—Quieren que me presente mañana, 6 am.

—Espera... ¿Qué? ¿En domingo? ¿Quieren que te presentes un domingo? Además mañana...

—Lo sé pero es una gran oportunidad, no puedo darme el lujo de que me despidan el primer día.

Sandra echó su cabello color zanahoria hacia atrás de los hombros con un gesto de fastidio mientras se dedicaba a guardar cuidadosamente su preciado vodka de vuelta al único estante de la casa. Las pecas en su nariz se fruncieron graciosamente mientras refunfuñaba por lo injustos que estaban siendo en su trabajo su primer día.

Pero Nicol habría estado dispuesta a recoger estiércol si eso le aseguraba que podría mantener la cuota del hospital de su padre que ya había hecho numerosas llamadas amenazando con desconectarlo si no se pagaba la cuota mensual, y Nicol tenía más de tres meses de atraso.

—De acuerdo pero me dejaras arreglarte para tu primer día sin quejas.

Nicol sabía que eso podría no terminar del todo bien pero de igual manera asintió como respuesta, después de todo no tenía ni idea de cómo debería verse para ser una asistente personal, probablemente cómoda pero no tanto como para verse sucia si es que debía cumplir y supervisar todas las tareas de su jefe.

Una esposa para el CEO | Disponible en físicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora