Cirque du Soleil | JungHope | Libro 1 ☆ (En Edición)

Capítulo 9

Hoseok dormía en la base de su jaula, estaba completamente sumergido en la inconsciencia después de otro día de espectáculo. Tan inconsciente estaba que ni siquiera había notado los ojos que los observaban. El hombre suspiró nuevamente mientras leía la mente de Hoseok.

A veces le traía calma ver las hermosas ilusiones en los sueños del chico, pero habían días como éste en los que Hoseok soñaba que era maltratado por el hombre de ojos azules; pero lo que le dolía era ver que en sus pesadillas Hoseok soñaba con poder hablar, aunque fuera en ruegos y súplicas, en sus sueños era libre de hablar.

Namjoon se lamentó por lo que hacía en esa noche, pero él sabía que si no lo hacía él también pagaría caro. Después de todo el leer la mente también lo hacía a él un ser mágico y eso lo convertía en un "algo" ante el hombre de ojos azules.

Respiró profundo mientras continuaba mirando los sueños del menor, al menos sabía que Hoseok guardaba en su interior una pequeña chispa de esperanza aún. Después de diez años, aún creía que algo iba a suceder y lo iba a librar de su cruel destino. Namjoon sabía que Hoseok se aferraba a esa esperanza para poder seguir viviendo y para conservar un poco su humanidad.

Él no había tenido el corazón de decirle ésto al hombre de ojos azules...

Aunque debió hacerlo, debió decirle que Hoseok aún no estaba completamente quebrado... si el de ojos azules se daba cuenta entonces su payasito pagaría las consecuencias; Pero Namjoon no habría tenido problema con éste secreto, solamente que ahora que el chico llamado Jin había llegado a Cirque du Soleil había otro ser mágico que podía leer mentes y eso le aterraba... esperaba que el de ojos azules no lograra quebrar lo suficiente al muchacho como para hacerlo tan despiadado.

Por que sí, Namjoon sabía que él actuaba despiadadamente, pero no tenía otra opción.

Escuchó un sonido en la carpa y entonces se dió cuenta que había estado demasiado sumergido en sus pensamientos cómo para notar que Hoseok había despertado. Éste lo miró con ojos de terror y se colocó con dificultad sobre sus rodillas.

─ No es necesario que hagas eso cuando él no está aquí─ le dijo sin pensarlo, pero Hoseok solamente comenzó a temblar con sus palabras.

Pero, ¿En qué estaba pensando? Obviamente Hoseok no confiaría en él después de diez años de maltrato. Namjoon era la clave para lograr quebrar por completo a los seres mágicos, el hombre de ojos azules no se detenía hasta que los pensamientos de ellos habían cambiado por completo, literalmente les lavaba el cerebro. Sin Namjoon alguno de ellos podría fingir creer que es una atracción pero conservar la esperanza.

Hoseok había notado aquello, había notado que Namjoon no decía todo lo que él pensaba, pero aún así no podía confiar en el.

─ Entiendo que no confíes en mí─ le dijo Namjoon. ─ Yo tampoco confiaría en mí si fuera tú, pero... piensa en ésto, yo se todo sobre tí y aún así no he hablado, ¿No es esa suficiente prueba.

A veces lo haces... pensó Hoseok temblando un poco, a veces si le dices lo que pienso.

─ Tengo alguien a quien protéger... ─ Le explicó Namjoon. ─ Si no fuera por él... ni siquiera haría ésto.

Hoseok bajó su cabeza.

¿Proteger?

─ Estoy aquí, por él─ explicó Namjoon. ─ Aunque eso no es de tu incumbencia... él es como tú, está encerrado en una jaula... en otra carpa.

Namjoon suspiró.

Pronto saldría el sol y entonces un nuevo día de tortura comenzaría en Cirque du Soleil.

¿Quién es?

El hombre que lee la mente se impresionó de que Hoseok tuviera curiosidad, definitivamente este aún conservaba algo de su humanidad, aún después de tanto maltrato. Debería decírselo al de ojos azules, pero el deseaba tanto que Taehyung fuera cómo Hoseok... él deseaba que Taehyung tuviera aunque fuera un poco de esperanza, por ésto es que Namjoon dejaba a Hoseok conservarse.

─ Le Clown Magique... ─ Respondió Namjoon levantandose de la banca en la que estaba sentado.

Hoseok recordaba haber visto al chico, lo maquillaban como payaso y su cabello tenía diferentes colores, pero no importaba si sabía quien era, de todas formas en Cirque du Soleil nadie hablaba... No había forma en que él realmente pudiera conocer al chico.

Namjoon rió suavemente por los dulces pensamientos de Hoseok, realmente el chico de las luces estaba pensando en conocer a Taehyung, aún en ese infierno.

─ Tranquilo, no le diré a él sobre éstos pensamientos... pero no me metas en problemas─ fueron las últimas palabras de Namjoon.

Después de diez años ese hombre le había hablado como a una persona, aún recordaba cuando de niño ese hombre que lee la mente fue quien lo llevó al baño a bañarse la primera vez y fue quien lo acompañó en su viaje a Cirque du Soleil.

Hoseok cerró sus ojos y concentrándose logró mover un poco de la tela de la carpa para poder ver hacia afuera. Hace poco había descubierto que también poseía tal magia, pero la mantendría en secreto... no quería ni siquiera pensar en qué sucedería si el hombre de ojos azules se enteraba y él estaba seguro de que el hombre que lee la mente también sabía que él poseía tal magia.

Pues... ¿Cómo esconder tus secretos de alguien que lee la mente?

Regresó a recostarse en la base fría de su jaula mientras observaba la oscuridad de la noche desvanecerse a través de aquel hoyo que había logrado hacer con mucha concentración y que sólo podía abrir bien cuando se concentraba.

Poco a poco el exterior fue ganando un color azul claro hasta que finalmente el amarillo del sol se notó en todo su esplendor.

Cerró sus ojos escuchando cómo el día comenzaba, una pequeña lágrima se deslizó por su mejilla hasta caer en el metal mientras él se preguntaba hasta cuándo estaría en aquella jaula.

¿Hasta que muera?

Si era así... sólo le quedaba desear que ese día llegara pronto, que un día sus ojos simplemente no se volvieran a abrir y entonces podría descansar de todo ese dolor, pero mientras continuara vivo no le quedaba más que soñar.

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