Casualidades de la vida ( J.B )

Capitulo 20:

-Luke –susurré.

El se hizo a un lado para dejarnos pasar a su hogar, aunque, claramente, dudo que una casa como esta se pueda llamar así.

O con alguien como Luke viviendo en ella.

Mi abuelo se volteó y me miró con sus ojos penetrantes.

Me encogí de hombros para demostrarle que no había nada de qué preocuparse, aunque para mi, la presencia de Luke era como esos avisos de peligro amarillos que decían:

“PELIGRO, NO ENTRAR. ZONA DE ALTO VOLTAJE”

la casa era tan enorme como su cascaron. La casa parecía un palacio real o algo por el estilo.

Mármol blanco en el suelo y en las paredes. Un florero con rosas amarillas en el medio de una gran mesa, descansaba en un florero de cristal.

-Le diré a mi abuelo que está aquí, señor –dijo Luke. Si, si, vete todo lo que quieras, chico. El me guiño un ojo cuando comenzó a subir las escaleras. Me hundí en mis hombros con una expresión de asco.

-Abuelo, ¿cómo es posible que alguien viva en esta casa? O no, mejor así, ¿cómo es que esta casa está aquí? O no, no, no, no –alcé mis brazos para enfatizar la pregunta -¿por qué alguien que vive en otro pueblo organiza una feria de otro lugar?

-¿Conoces a Luke? –preguntó obviando todas mis preguntas.

Por qué tenia que ser igual a mi.

-Amm, si –comencé a jugar con mis zapatillas. Piso una, piso otra. ¿cómo se supone que defina a Luke?

Oh, si, abuelo, no creerás. El era el chico por el que lloraba todas las noches porque me destrozó el corazón.

No.

-Iba en mi instituto antes –logré decir al fin.

Mi abuelo iba a responder pero no pudo. Gracias al cielo. Un hombre con un sweater café sobre una camina blanca que seguramente costaba mas que toda la ropa que yo alguna vez tendría, iba bajando las escaleras.

-¡Harold! –gritó. Se acercó a mi abuelo y le dio un fuerte abrazo –No sabes cuánto me alegro de que hayas llegado.

-El gusto es mío, David –respondió mi abuelo con una sonrisa.

-Y qué tenemos aquí –dijo David. Se acercó a mi y me extendió su mano. La tomé y decidí hablar primero.

-Amy –espeté –soy su nieta.

-Oh, claro, el parecido está a la vista –dijo y comenzó a reír. Tenia una risa contagiosa porque consiguió hacerme reír a mi –Me llamo David Hemmings.

Oh, claro.

-Querida, por qué no vas donde Luke un minuto, dijiste que lo consocias –me dijo el abuelo.

Lo miré con la cara de odio mas fea que jamas haya hecho. El se encogió de hombros y miró a Luke, quien ya se acercaba a mi. Pasó su brazo tras mi cuello y sonrió guiándome hacia fuera.

Juro que chocaré a propósito.

-Amy, tanto tiempo sin verte –dijo Luke una vez afuera. Estaba apoyado en la pilar de cerámica  de la entrada. Yo tomé asiento en uno de los escalones del porche y lo miré.

-Ojalá hubiese sido mas tiempo.

-Oh, vamos, no seas mala –rodó los ojos y se acercó a mi y se sentó a mi lado. Me fijé en que seguía usando esos malditos pantalones apretados. Jugaba con su piercing del labio atrapándolo con los dientes. –Solo fue hace 1 año.

-Cómo si fuera menor lo que hiciste –espeté. Me levanté y saqué de mi bolsillo trasero las llaves de la Chevy. -¿Sabes qué? No tengo por qué hacer esto, me voy.

Alargué mis piernas y caminé hasta el vehiculo de mi abuelo. Cuando abrí la puerta, sentí su mano envolverse en mi muñeca.

-Amy, ya te pedí perdón.

-Y yo no te perdoné –respondí. Lo tenía tan cerca que tuve que empujarlo para salir. Sus ojos azules me estaban matando. Abrí la puerta y me metí en la camioneta. Pero el trabó la puerta con su mano.

-Amy.

-No, Luke. Ahora no –y cerré la puerta. El seguía tras ella golpeando el vidrio con sus nudillos. Lo ignoré sacando mi celular y conectando los auriculares en el.

Cuando volví a mirar el ya se había ido.

Ojala se fuera para siempre de mi vida.

Coméntme si les ha gustado que Luke esté aqui y qué tal les está pareciendo todo!

                      un besote, 

        Monse.

pd: pasen por mi nueva fic "Leave me speechless" es de Harry y si les gusta, está fic les encantará. Por fiiii. Ahora si, adios!