Tus Deseos Son Concedidos

Capítulo 11

Narra Madison:

Noah piensa que soy boba, si supiera que ya me di cuenta que le gusta a Violet. Pero ya se la verá conmigo. Porque lo mio no lo comparto.

Noah, ahora vas a saber quien soy. Prepárate.

Narra Violet:

—¡Noah!, ¿Que estas haciendo?—dijo furiosa.

—Nada, solo le iba a decir algo a Violet—sonrió.

—¿Es verdad?—Madison me pregunta.

—Si claro—asegure.

—Supongo que ya terminaste las compras, ¿no?—preguntó Noah.

—Claro que si mi amor—se quejo—Vayámonos todos estamos cansado—dijo Noah.

Salimos de la tienda y nos fuimos caminando a casa.

Una hora más tarde...

Llegamos a la casa, Noah nos abrió la puerta. Como todo un caballero.

—Gracias—susurra Madison.

—De nada—sonrió Noah.

Emily nos ve y saluda a todos.

—OMG, ¿que haz comprado? ¡Tienes muchas bolsas!—Exclamó Emily.

—Si, es que amo ir de compras—sonrió.

—¡Chicos hice una tarta de chocolate! ¿quieren probar?—preguntó mi madre desde la cocina.

Fuimos a sentarnos al comedor, mi madre colocó el paste en la mesa. De verdad se veía muy rico, ¿No es obvio?, lo preparó mi madre. Cada uno se sirvió un pedazo, menos Madison.

—¿Porque no comes Madison?—preguntó mi madre.

—Este pastel debe de tener muchas calorías —hizo una mueca.

—Oh vamos, un poquito no le hace daño a nadie—le dice Noah dándole un pedazo—El cual ella lo toma y prueba.

—No está nada mal, pero no puedo.

Continuamos comiendo nuestro pastel. Emily  y mi madre fueron a lavar los platos, me levanté de la silla y fui a llamar a Sherlyl .

Llamada telefónica:

—Hola baby—saludo ella.

—Hola Reina—salude.

—Cuéntame, ¿Como es la novia?—chillo.

Es muy hermosa, toda una modelo, pero no come torta—reí.

—No puede ser.

—Si, una locura—dije.

—¿Que ha pasado con Noah?—preguntó.

—¡Nos besamos!—grite emocionada.

—¿En serio?, ¿Cuando?, ¿Como?, ¿Donde?.

—Oye, oye muchas preguntas, ¿FBI?—reí—Si, nos besamos.

—Pero cuenta bien la cosa—dijo intrigada.

—Hoy se suponía que iría de compras con Madison, pero esa es una larga historia. Estaba en una heladería con Noah, fuimos a comer helados y llegó un momento en donde no me percate y tenía un poco de helado en mi cara, así que el me la quiso limpiar. Y sin darme cuenta todo fue muy rápido, me beso—dije emocionada.

—Pasame a Noah, quiero hablar algo con el.

—Claro, aguarda un momento.

Me dirigí hacia donde estaba Noah y Madison, cuando me acerco un poco hacia ellos y estaba a punto de llamarlo. Pero me detuve a ver la escena.

—Dime que me amas—dijo Madison.

—Te amo—dijo el.

—Yo igual—aseguro ella—se acerca a él y lo besa.

Y cuando lo dijo, dolió tanto, que pude escuchar como mi corazón se rompía.

Es increíble como alguien puede romper tu corazón y, sin embargo, sigues amandolo, con cada uno de los trocitos.

Ellos eran felices juntos. No es justo que me meta en su relación, debo olvidarme de Noah.

Acabo de tomar una decisión, voy a olvidarme de Noah.

Tengo que olvidarme de él, ambos son felices.

No es el miedo a enamorarse, es miedo a darlo todo por alguien y  que de la noche a la mañana le importe un carajo y se vaya...