Capítulo 8

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Narra Noah:


Ayude a Madison a colocar las dos maletas en la parte trasera del carro de Violet. La verdad que eran un poco grandes, ¿para que traer tanta ropa? Pues así son las chicas. Después de ayudarla empecé a conducir hasta que por fin llegamos a nuestro destino.


 Luego ayude aquellas damas a bajar del auto, mientras sacaba las maletas, Madison toco el timbre. Y abrió mi madre.


—Hola!, ¿Como esta?—Yo estoy muy cansada-dijo con una sonrisa.


—Hola, yo estoy bien. Me imagino—dijo dándole el pase. Ustedes también entren—dijo mientras nos miraba.


—Muchas gracias—dijo Madison.


 —Y cuéntenme, ¿como les fue?—dijo mi madre.


—Muy bien la verdad—dijo Violet.


—Todo salió muy bien mamá—dijo Noah.


—Me alegro mucho—dijo amablemente.


—Chicos ya están aquí, ¿dónde está Madison?—dijo intrigada.


—Hola!, que tal? Soy Madison, mucho gusto—dijo mientras le otorgaba su mano.


—Holaa!, el gusto es mío Madison—respondió mientras le estrechaba su mano.


Narra Violet:


En unos minutos van a llegar los chicos. El timbre sonó, son ellos—pensé. Baje abrir.


—Hola chicos—dije contenta.


—Holaa!—respondieron todos.


—¿Como se encuentran?—preguntó Noah.


—Estamos bien—respondió Luke por todos.


—Me alegro mucho, déjenme y les ofrezco algo—dijo Noah amablemente.


Antes que Noah fuera por algo, Luke hace una pregunta...


-¿Y ya llego, quiero conocerla?—dijo Luke intrigado—Y Noah frunce el ceño.


—Madison puedes venir—dijo Noah desde la sala.


Ella se acerca hacia donde nos encontrábamos todos...


—Te presento a mis amigos—dijo Noah mirando a Luke.


¿Acaso tenía celos?.., no entiendo qué pasa con el.


—Hola guapa, soy Luke, es un gusto—dijo simpáticamente.


—Hola! El gusto es mío, es un placer para mi conocerlos a todos-dijo amablemente.


-¿Que edad tienes?—preguntó Luccas intrigado.


—18 ¿y ustedes?—respondió Madison.


—Igual—respondió Noah por todos.


Después de esa pequeña platica me dirigí hacia mi habitación para buscar ropa, luego me entre al baño para tomar una pequeña ducha. La verdad es que me sentía sucia. Termine de hacer mi aseo personal y tocan la puerta.


—Un momento—dije mientras me dirigía hacia la puerta.


—Te quería preguntar si quieres ir mañana con Madison de compras, lo que pasa es que le da pena preguntarte—dijo Noah riendo.


—Claro yo me arreglo y salgo—estaba a punto de cerrar la puerta, pero me acordé de los chicos—Noah, ¿Los chicos se fueron?—pregunté.


—Si, después que subiste a tu habitación—respondió.


—Ah vale, gracias—sonreí.


—Nos vemos luego—dijo.


Entonces mañana voy a salir con Madison, pensé que me diría otra cosa, pero no. Mientras pensaba, termine de arreglarme y baje.


Noah estaba viendo las fotos de nosotros dos juntos, cuando éramos pequeños. Pero se dio de cuenta que lo estaba observando.


—Mira, no he cambiado nada—sonrió. Su sonrisa era la mejor de todas.


—Yo sigo igual—dije mirando las fotografías.


—¿Estas hablando en serio?—Pero si estás hermosa—dijo contento. 


Puedes estar lejos de mis ojos, pero no de mis pensamientos Noah.


—Bueno creo que ya es tarde mañana es otro día, espero que descanses y duermas bien—dije feliz.


—Igualmente, descansa princesa—respondió.


El subió a la habitación y yo me quedé un rato pensando, hasta quedarme dormida...


La distancia puede impedir un beso, un abrazo o una caricia. Pero no puede impedir un sentimiento. Esto también pasará. Quizás duele tanto como un cálculo en el riñón, pero pasará. El corazón nunca olvida el lugar donde dejó sus mejores latidos.







Tus Deseos Son ConcedidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora