Tus Deseos Son Concedidos

Capítulo 12

Narra Noah:

—Dime que me amas—dijo Madison.

—Te amo.

—Yo igual—se acerca y me besa.

—Lamento interrumpir—anuncio Violet con la voz casi quebrada—Oh no, ¿qué he hecho?

—No te preocupes—dijo Madison.

—Violet me mira—Noah, Sherlyl quiere hablar contigo.

Me acerco a ella y me entrega el teléfono, mientras me le quedo viendo, tenía los ojos cristalizados, sus mejillas rojas al igual que su nariz.

También me le quedé mirando con una mirada que me destrozaba el corazón. Luego subió a su habitación y la perdí de vista.

Luego fuí al patio trasero, para hablar con un poco de privacidad.

—Hola Noah, ¿que paso? Escuche a Violet un poco rara—dijo preocupada.

—¿Quieres que te diga?—fruncí el ceño.

—Si.

—Es que me encontraba hablando con Madison, y entonces Violet escucho algo que nunca debió haber escuchado, nos vio casi besandonos, yo solo quería que ella viera...—me interrumpió.

—¡Eres un idiota!, ¿Acaso no sabes que ella gusta de ti?—me gritó.

—Ya lo se—suspire.

—¿Entonces, porqué lo haces?

—Porque soy un idiota, como tu dices—chille.

—No entiendo que pasa con ustedes dos...—suspiro.

—Sherlyl, escúchame, yo amo es a Violet, terminare con Madison. Pero no es el momento, ¿comprendes?—dije.

—Si, pero hazlo lo más pronto posible. No te demores tanto Noah.

—Claro, ¿Crees que Violet lo entienda?—pregunte.

—La verdad es que no lo se—se quedo callada por unos segundos—Lo único que sí sé, es que la has liado otra vez Noah.

—¿Otra vez?—pregunte confundido.

—Bueno ya tengo que dormir—dijo cansada.

—Si, descansa, chao.

—Adiós, corto.

Narra Violet:

Extraño ser una niña. Las rodillas raspadas eran más fáciles de sanar que un corazón roto...

¿Y si te pones en mi lugar y ves lo que siento?

Tal vez, mi único error fue conocerte...

Baje en busca de un vaso con agua. Madison se encontraba pintando las uñas. No me percate y sin querer la rose , causando un desastre en sus uñas.

—¿¡Eres idiota, o qué!?—dijo furiosa.

—No me importa, fue solo un accidente—dije como si nada, abriendo el refrigerador.

—¿¡Tu eres idiota verdad!?—dijo alterada.

Tenía el vaso con agua en la mano y siento como ella trata de venirse sobre mi, coloque el vaso con agua sobre la mesa de la cocina. 

A dar la media vuelta siento como ella alza su mano para golpearme, la cual tome desprevenidamente.

—No me vuelvas a decir idiota, porque la única idiota aquí, has sido siempre tu—dije mientras apretaba fuertemente su muñeca.

Colocó su otra mano en mi cabello, el cual comenzó a jalar fuertemente.

Me jalo muy fuerte y me le trepe encima—hizo que rodáramos en el piso. Ambas comenzamos a tomarnos del pelo.

—¡Déjame!—grite.

—¡Esto es por Noah!—dijo jalandome el pelo aún más fuerte.

Me acordé del vaso con agua y se la eche encima.

—¡Mi maquillaje idiota!—chilló.

Se escuchaban risas, Emily, Noah y mi madre se encontraban viendo nuestra escena.

—¡Eres una golfa!—me gritó.

—¡Pareces fantasma con el maquillaje corrido!—dije con la mirada fría.

—¡Me la vas a pagar!—se defendió. Noah la tomó de los brazos porque trato de darme una bofetada—¡Suéltame Noah!

Madison se fue llorando al baño a lavarse la cara.

—¿Podemos hablar?—Me pregunta Noah.