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Levi tenía su día normal en el trabajo, como siempre.

Aprovechaba q no había tanta gente en la mañana para limpiar las mesas y el suelo, colocar cosas en orden.

Ya al medio día, empezo a llegar gente. Las filas pasaban hasta la puerta y seguían hasta afuera de la cafetería.

Pero, el día normal de Levi ya no se volvería tan normal.

Llegó una clienta algo extraña.

Cuando fue el turno de la chica, Levi la atendió.

-Buenas tardes, ¿Que va a llevar?-

-...- la chica lo miro confundida, luego abrió sus ojos con asombro, pero volvió a "su estado normal"- un café con leche de soya, por favor-

-¿Su nombre?-

-Sasha- Levi escribió el nombre de la chica con un plumón permanente. Por unos segundos miro los ojos dela chica. Le recordaron a alguien.

-te llamaré cuando esté tu pedido listo, ¡Siguiente! -

-gracias- dijo.

La chica se sentó en una mesa, tenía un computador en su mochila y se dedicó a estudiar la tarde entera.

Unos minutos antes de cerrar, Levi se le acercó a la chica.

-¿Sasha, verdad?- ella asintió

- ¿Necesita que me vaya?-

-No, cerramos en 10-

-esta bien- miro a Levi- disculpe si creí q estoy loca. Pero siento q lo he visto en una parte.

-sus ojos me recuerdan a alguien, debo confesar- Sasha lo miraba raro.

-¿A quien?- pregunto con curiosidad

- a la persona que más amaba en el mundo, pero creo q ya no esta- se fue a ordenar sus cosas antes de irse.

- pues, le diré algo- Levi la miro

-no debe rendirse, este país es enorme. Pero yo creo que en algún lugar está esa persona q tanto ama-

-¿Usted cree?- Sasha sonrió

-se lo aseguro, yo también me iré ahora. Buenas noches- Sasha se fue, dejándole cinco dólares de propina.

-buenas noches- Levi ordenó las últimas mesas y apagó las luces. Al salir cerro con llave la cafetería y se fue a su departamento.

Mientras caminaba, pensaba en las palabras de la chica. Tenía razón. Tenía q encontrar a Eren.

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- ¡Llegue! - grito Sasha.

-hola cariño- Eren se acercó a ella. -¿Que tal todo? -

-bien, ya me queda poco para los exámenes finales y me siento muy preparada -

-estoy orgulloso de ti, yo sabía que llegarías muy lejos algún día querida- la abrazó-

-gracias abuelo- también lo abrazo.

Para su edad, Eren se recuperó bastante rápido y en pocos días volvió a tener fuerza en sus piernas.

-querida, recibí la mitad que me debían de mi jubilación-

-¿¡Enserio!? ¡Nos iremos a ese lugar del que me has hablado durante mucho tiempo!-

-si querida, pero sabes. Pensaba en irme solo-

-¿Que? Abuelo, necesitas ayuda con algunas cosas.-

-lo se, hace poco me encontré a un conocido de mi antiguo trabajo y me ofreció ayuda si me mudaba allá. Pues él y su familia viven allí-

-abuelo, no quiero dejarte solo-

-mi niña, yo quiero que te concentres en tu futuro, no de que está haciendo este viejo en el campo-

- te amo abuelo-

-yo también querida, yo también- la abrazo, y le limpio las lágrimas - hey, no llores. Hay que celebrar que ya te falta poco ¿Te hago tu comida favorita para la cena?-

-seria increíble abuelo- Sasha fue a su habitación a dejar sus cosas y Eren empezó a cocinar una exquisita cena. Ambos comieron juntos esa noche.

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- ¡Levi!

-¿Que?

- Levi!!! Ayúdame!!

- te amo

-vayamonos a esos lugares juntos

- te amo

-¡Eren! - Levi despertó con la frente sudada otra ves. Fue a la cocina por un vaso de agua y se tomó una pastilla para el dolor de cabeza.

Intento volver a dormir, pero ya no tenía sueño. En su pequeña terraza contaba el dinero que había ahorrado en los meses que llevaba trabajando en la cafetería.

- tengo dinero de sobra para el viaje,... en una semana me pagarán lo de este mes y al fin compraré esa casa- decía mientras expulsaba el humo del cigarro de su boca. Se quedó mirando el paisaje nocturno hasta que empezó a salir el sol.

Fin de semana (SÁBADO)

Levi trabajo horas extras en la cafetería, pues quería que le pagarán alguna dólares de más.

Contacto a la persona que vendía la casa en el lugar que quería vivir. Con los dólares extra compro la casa. No lo demostraba pero estaba feliz. Al fin volvería a su hogar.

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DOMINGO:

Levi recibió su salario antes de irse de la cafetería. Ese día habían trabajado el doble por lo que tenía más dinero para su viaje.

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Comenzó la semana, y Levi a primera hora fue a la cafetería a presentar su carta de renuncia. Todo estaban impactados por el acto de Levi, ya que era un buen empleado. Aún así, le hicieron una pequeña despedida en la hora de almuerzo.

Ya en la noche, tenía sus cosas para el gran día. Ya quería ir a su nuevo hogar.

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