oneshot

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El rubio se levantó a las 8:00am, un domingo soleado.
Un 20 de abril demasiado alegre.
Su pijama que consistía en un conjunto gris de seda, no hizo el mínimo ruido al salir de la cama, por suerte.

Camino en puntas hacia la cocina que estaba en la planta baja.
La casa es medianamente grande, con espacio para 4 cuartos y un estilo adelantado para la época, un estilo minimalista muy hermoso.

Trato de hacer el menos ruido posible, tratando de sacar con mucho cuidado los platos, harina, huevos, leche y Canela.

—¿Qué haces, Nathan? —Pregunto Aslan.

El rubio saltó por el susto.
Miro de arriba a abajo al rizado que traía puesto una camisa extra grande color blanca que le quedaba hasta poco antes de las rodillas.

—Nada, lindo, vuelve a dormir.

El rizado cruzo los brazos.

—¿Intentas hacer panqueques? Oh, dame eso, tu fuerte es hacer hamburguesas, no panqueques...

El rubio no desistió.

—Bien, ¿a que se debe que quieras hacer panqueques, hoy?

El rizado beso los labios de Aslan, brevemente.

—Te tengo un regalo.

El rizado abrió los ojos.
—Por Merlín, estoy cocinando.

Una carcajada por parte del rubio se escucho por toda la casa.

—Tranquilo, más tarde lo verás...

Después de un rato, el castaño terminó de preparar el desayuno.
—Nathan, no quiero volver a ir a un restaurante... perdón, pero, e-esos señores, nos g-grit...

El rubio beso los labios del rizado.

—¿Recuerdas cuando le pegaba a esos tontos que te molestaban en Hogwarts? Bueno, pues lo volvería a hacer.

Sonrieron.

—Sabes, creo que exagerabas al pegarles.

—Se lo merecían, se interponian en mi camino...

El castaño rió.
—Nathan, nunca te lo pregunté pero... ¿Qué te hizo hacer eso?

—¿Hacer que?

—Lanzarle una bola de papel a mi comida en el gran comedor.

—Me llamaste la atención pimpollo.

Los dos rieron.

—Bien, para ser sincero... te reconocía desde que estaba en segundo grado, eras 'el chico rizado de Hufflepuff', por alguna razón me gustaba tu forma de ser, siempre tenías amigos a tu alrededor y a... Thadeo.  M-me dejé influenciar por mis amigos, e-ellos siempre decían cosas malas de todos y... un día me llamaron cobarde por no molestar a nadie, y te elegí a ti.

El rizado no dijo nada, solo se acercó al rubio para darle un beso en la mejilla.

—Me alegra.

Más tarde terminaron de desayunar y el rizado guió al castaño hasta la azotea, de su casa.

—Puedes abrir los ojos.

El castaño abrió los ojos, encontrándose con un pequeño animal en una caja, mirándolo, de ojos grisáceos y de melena blanca.

—E-es igual que... el señor conejo.

El rizado abrazo al rubio, fuertemente, lo beso durante un corto tiempo para después tomar al pequeño animal en sus brazos.

—Nunca me arrepentiré de ser tu esposo.
—¿Crees que yo si?

Nota de la autora:
Hola, jaja, me la pase releyendo y... uff que mala lectura, ksjw, no mentira, pero si me gustaría renovar la historia, ¿Qué opinan?
Se que pocas personas lo verán, pero espero lo apoyen.
Estaré eligiendo a Aslan y Nathan en mi ig con modelos (tipo en DARE que también está en mi perfil) para que sea una lectura más realista uwu.

SLYTHERPUFF©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora