My Guardian Angel (Mina x tú x Sana)

#56 Sacrificios

"Y cómo quieren que haga eso?" Vanessa preguntó con el ceño fruncido. "Cómo lograron recordarla?"

"No importa como logramos recordarla." Mina negó con la cabeza. "Solo queremos que nos ayudes a traerla de vuelta. No importa el precio."

"El costo si importa." Vanessa dijo con seriedad. "No es fácil sacar a alguien de ahí."

"No importa cuánto nos cueste." Sana dijo, y Vanessa negó con la cabeza.

"No es lo que a ustedes les cueste." La peli-negra dijo. "Es lo que a mí me puede costar."

"Te estás negando?" Mina preguntó sin poder creérselo. "Pensé que la ayudarías..."

"Y estuve ahí por semanas esperando por ella a que cambiara de opinión!" Vanessa exclamó. "Pero ahora es diferente, chicas. Sacarla de ahí me puede costar mucho!"

"Qué te puede costar!?" Mina exclamó.

"Mina, cálmate." Sana tranquilizó a su amiga para luego mirar a la peli-negra. "Qué te puede costar traer de vuelta a T/N?"

"Puede costar mi libertad." Vanessa dijo con una mueca. "La felicidad que tengo ahora. Cualquier cosa que pueda convertir mi vida en un infierno viviente otra vez... puede costarme a Tzuyu..."

"Entonces no hay algo que puedas hacer sin necesidad de tomar riesgos?" Sana preguntó, y Vanessa negó con la cabeza.

"Lo siento." Esta dijo.

Mina suspiró pesadamente antes de separarse de Sana. "Eras la única esperanza que teníamos..."

Esta salió del baño y Sana la siguió por detrás, dejando a la peli-negra sola.

Esta suspiró. "No puede ser..."

——————————————————

"Amor, estás bien?" Tzuyu preguntó algo preocupada al ver a su novia salir del baño con una expresión de malestar.

"Solo me cayó mal algo." La peli-negra dijo con una pequeña mueca.

Tzuyu frunció el ceño y tomó la mano de su novia para luego levantarse del asiento. "Lo siento unnies por irnos de improvisto, pero Vanessa no se siente muy bien."

"Oh? Bueno... espero que te mejores, Vanessa." Las demás dijeron con una pequeña sonrisa, y la nombrada solo les sonrió de vuelta.

Tzuyu se despidió de las demás y salió junto a su novia de vuelta a su casa.

Al llegar a la casa de la taiwanesa, esta sentó a la menor en el sofá.

"Dime donde te duele para poder darte medicina." Tzuyu dijo con delicadeza y la contraria sonrió.

"Medicina no logrará curar el malestar que tengo." Esta dijo, y Tzuyu frunció el ceño.

"Qué quieres decir?" La taiwanesa preguntó confundida.

Vanessa soltó una risilla. "Siéntate aquí conmigo." Esta dijo, palmeando el espacio a un lado de ella.

Cuando Tzuyu se sentó en el asiento, Vanessa se sentó sobre su regazo.

La taiwanesa estaba sorprendida. "No que te sentías mal?" Esta preguntó.

"Me siento mal." Esta asintió. "Y la única manera de curarme es con tu amor."