Sobre el hielo || +18 ✔️ [BORRADOR]

Capítulo VIII

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Capítulo VIII

Sus manos acarician mi muslo y su boca esta en mi mejilla.

—No puedo creer que por fin seas mía Malee.

No digo nada solo puedo ir a mi lugar feliz en mi cabeza, con Nicholaas.

Axón me acaricia la mejilla con su mano izquierda, yo trato de contener una mueca de asco.

—Tienes la piel justo como la imagine—sus labios tocan los míos—tersa —su nariz se acerca a mi cuello—y hueles—suspira en mi piel—me encanta como hueles.

Las lagrimas empiezan a salir

—shhhh, no llores Malee. No hay porque llorar. —con su mano me seca las lagrimas y las seca con sus labios.

Me levanto sudando y llorando.

Solo es fue una pesadilla, una pesadilla.

Miro hacia mi mesa de noche directamente hacia el reloj que esta en ella son las tres y media de la mañana, sé que no volveré a dormir así que salgo de la cama.

Me siento un momento en la cama a revisar mi teléfono no tengo ninguna notificación así que solo pongo música a bajo volumen para no despertar a nadie mientras me cambio.

Me quito mi pantalones cortos y la camisa que tenia para ponerme una leggings y un hoodie negro, me pongo unas medias largas y mis zapatos de correr luego pongo mi cabello Levanto en una cola de caballo, paro la música y tomo mis audífonos y salgo de la habitación.

Bajo las escaleras rápidamente, y salgo de la casa, quiero correr lejos de aquí así que tomo mi auto y manejo sin rumbo alguno. Cuando cierro los ojos las imágenes vuelven a mi cabeza y siento nauseas.

Quiero olvidar.

Llego al parque en el que solía practicar con Nicholaas.

Siempre vuelvo a lugares que me recuerdan a él, contengo una sonrisa.

Estúpido.

Salgo de auto, pongo la llave en el bolsillo del leggings luego me pongo los audífonos para luego poner mi teléfono en el bolsillo.

Antes de empiezo a calentar antes de empezar a correr, cuando termino comienzo a trotar.

La música esta alta no quiero pensar. Quiero mi mente en blanco.

No sé en que momento empecé a correr rápido, pero mantengo el paso por unos quince minutos, mis pulmones arden por lo rápido que iba, me siento en el suelo aunque esta frio y mi trasero se puede congelar no me importar necesito recuperar el aire. Coloco mi cabeza en medio de mis rodillas no sé cuanto tiempo me toca recuperar mi respiración.

Levanto la cabeza y miro hacia delante, hay dos ardillas jugando. Me gustan las ardillas, me mantengo allí algunos minutos hasta que se van entonces me levanto y camino hacia mi auto mientras escucho música. Me gusta escuchar música es una de las formas que tengo de relajarme cuando estoy estresada.

Llego a mi auto y veo al auto de Nicholaas al lado del mío. Me quito los audífonos para hablarle.

—Te estaba esperando, creí que te habías perdido. —comenta Nicholaas saliendo de su auto.

—Gracias por tu preocupación pero estoy bien. —abro la puerta de mi auto—¿Qué haces aquí?

—vine a practicar ¿y tu?