Amphibian House

De vuelta a casa

Era de noche y en un parque una luz tricolor aparece en medio de un parque, tras que dicha luz se apagara Anne, Sasha y Marcy aparecieron en aquel parque y las tres se mirarían entre ella un poco aturdidas por lo que acaba de pasar para que de inmediato comenzaran a reír.

-Lo logramos!- diría Anne a sus dos amigas con lagrimas de alegría en sus ojos -por fin volvimos!-.

-Si!!!- gritarían Sasha y Marcy saltando un poco de alegría y abrazando a Anne entre las dos.

Las tres chicas se quedarían abrazadas por un momento, estaban felices de por fin regresar a casa desde Amphibia tras estar aproximadamente un año en ese mundo.

Sasha rompería el abrazo y diría -vamos Anne, tenemos que llevarte a casa- las Anne y Marcy se le quedarían viendo con un poco de duda y Sasha viendo esto solo les dice -te esperan en tu fiesta¿recuerdas?- a lo que Anne solo responde -si, tienes razón-.

-Feliz cumpleaños Anne- solo agregaría Marcy antes de que comenzaran su camino a la casa de Anne.

En el camino se dieron cuenta de que en el mundo humano no había pasado el tiempo o no mucho realmente, pero para ellas ese tiempo si había pasado y si se sentían un año mayores. Para las tres chicas estaban felices de volver a ver su mundo, pero a la vez se sentían ajenas a este.

Después de un rato caminando por fin llegarían a la casa de Anne y al entrar ahí estaba la familia de Anne esperando a que ella llegara.

-¿Donde estabas jovencita? y ¿por que estas tan sucia?- preguntaría la madre de Anne con un tono de regaño, pero Anne solo se limitaría a correr y abrazar a su madre mientras lloraba-¿Anne? ¿Qué pasa?- le volveria a preguntar esta vez con un tono de preocupación.

-No pasa nada mamá- respondería Anne tratando de calmarla -es solo que te extrañé mucho-.

-¿A que te refieres?- preguntaría su madre confundida -¿y por que tus ojos están azules?-.

-Es una larga historia, pero Sasha y Marcy pueden confirmarla y tenemos pruebas-

-Es verdad- dice Marcy un poco nerviosa.

-Creo que será mejor sentarnos señora Boonchuy- agrega Sasha tranquilamente.

Una vez sentados todos los familiares de Anne que asistieron a la fiesta las tres chicas comenzarían a contar la historia de lo que vivieron en Amphibia además de mostrarles las evidencias de esta historia.

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Unos meses después de que las chicas habían regresado, en otra ciudad un poco lejos de la ciudad anterior una puerta con un ojo se habría frente a una casa y de ella saldrían Eda y Luz.

-Ya estamos aquí niña- le diría Eda a Luz -¿ahora que?-.

-No se, pero creo que debería contarle la verdad a mi mamá- respondería Luz -¿estas segura de esto?- preguntaría Eda a lo que Luz respondería -si, será lo mejor, pero ¿podrías acompañarme?- le preguntaría Luz a Eda con nerviosismo en su voz-.

-Claro, vamos- respondería Eda con una pequeña sonrisa en su rostro.

Así se dirigirían a la casa de Luz y llamarian a la puerta, esta sería abierta por una mujer muy parecida a Luz.

-¿Mija?- preguntaría con sorpresa aquella mujer -¿que haces aquí? el campamento termina en unos días- después voltearía a ver a Eda y le preguntaría a su hija -¿y quien es ella?-

Luz tardaría un poco en responder pues estaba nerviosa de como reaccionaría su mamá con todo lo que le iba a decir, pero respiraría profundo para tomar valor y hablar.

-Mamá, ella es Eda la dama buhó- presentaría Luz a Eda -Eda, ella es mi mamá Camila-.

-Es un placer conocerla- diría Eda siendo lo mas educada posible, principalmente por petición de Luz y alzando su mano hacia Camila.

-I-igualmente- respondería Camila y estrecharía la mano de Eda con un poco de inseguridad, después voltearía a ver a Luz y le preguntaría -Luz ¿Qué esta pasando?-.

-Bueno mamá, yo no fui al campamento de verano- le respondería Luz.

-¡¿Que?!- gritaría Camila un poco enojada y alarmada -¡¿entonces a donde fuiste?!- le preguntaría a su hija con el mismo tono de voz.

-Es una larga historia- respondería Luz un poco nerviosa mientras se rascaba la nuca y miraba hacia otro lado -pero tengo pruebas- agrega rápidamente mientras saca su celular.

-Pero creo que deberíamos entrar a sentarnos- agrega Eda.

-Claro, vamos- responde Camila entrando a la casa siendo seguida de Luz y Eda.

Tras entrar y sentarse en el sofá de la sala Luz comenzaría a contarle de las Islas Hirvientes a su madre y también le mostraría las fotos y videos que tenía en su celular de este lugar.

Lo que ni Anne, Sasha, Marcy o Luz sabían es que las ruedas del destino comenzarían a moverse y esto afectaría a las cuatro chicas de una u otra forma.

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Solo porque quiero las cuatro tendrán la misma edad.