Basado en: Divergente.
Nacer en Erudición no te hace alguien mejor.
Tal vez conozca a los de mi sangre o tal vez los perdí hace mucho.
"El miedo no te paraliza, sino que te despierta"
|Añadi sucesos que no pasan en los libros ni en las películas|
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Hoy es el día que esperaba hace años, pedía cada noche que ya llegara mi momento de elegir.
Poder ser libre, sentirme en mi verdadero lugar sin fingir, estar en mi nueva facción.
Adiós Erudición, Jeanine y mis padres....
Un sonido fuerte hizo que me despertara, salí de mi habitación corriendo, hasta llegar donde venía el sonido; la cocina.
Era mi padre cocinando o eso era lo que aparentaba, sartenes esparcidos por todo el suelo y el grifo abierto del cual corría mucha agua.
–PAPÁ–Grite
Corrí a cerrar la llave de agua, mi padre con una cuchara en su mano izquierda me veía sin saber que hacer y reí un poco.
–Buenos días, quería prepararte el desayuno–Dijo y me da una linda sonrisa
Él era un hombre honesto y amable que fue transferido desde Abnegación, lo hizo por mi madre y ella también fue transferida pero nunca me dijeron en que facción nació, es un tema del que no se habla en casa.
Ella es fuerte, inteligente y sencilla además se enamoro de mi padre, fue amor a primera vista.
–¿Y mamá?–Pregunte
Él solo bajo la mirada, yo ya sabía la respuesta, era tan obvia.
–Trabajando–Respondí decepcionada
Un chillido llamo mi atención, era mi hermano entrando por la puerta principal con unas bolsas en su mano.
–Hola–Dijo él mientras arqueaba la ceja y dejaba las bolsas en la mesa.
Se puso de rodillas a recoger los sartenes, solo reí al ver su reacción instantánea.
–Chicos lo siento, por esto–Dice nuestro padre
–Papá deja que Jake y yo limpiemos esto–Dije quitando la cuchara que estaba en su mano.
Él me abrazo y le dio una palmada en la espalda a mi hermano, se fue a la sala.
Lave platos y vasos sucios del lava bajillas, la cocina estaba impecable luego de unos minutos.
–Te compre algo–Me dijo Jake agarrando una bolsa azul y me la da, la tomo entre manos.
Le echo un ojo y volteo a verlo, no lo puedo creer.
–¡NO JUEGUES!–Dije gritando alegremente
Al sacar lo que estaba adentro me emocione más, era una chaqueta negra de cuero con los zippers plateados, sin perder un minuto me la puse y abrace a mi hermano.
–Muchas gracias–Dije y solté mi abrazo
Él puso sus manos en mis hombros, sus ojos estaban brillando
–Sé que tu cumpleaños es en unos días y decidí dartela hoy–Dice
Asiento con mi cabeza y lo vuelvo a abrazar, él tiene razón pronto será mi cumpleaños y no pasemos juntos.
Lo extrañaré mucho.
Luego de terminar mi desayuno, Jake se sienta a mi lado y me mira fijamente tratando de llamar toda mi atención, sé de lo que quiere hablar.
–¿Ya decidiste que harás luego de la prueba?–Me dice con un tono de voz baja
–No me quedaré aquí Jake–Respondo y él solo me acaricia la cabeza
–Yo tampoco–Responde apenado
Voy a mi habitación a prepararme, ya que la prueba es a las 10.
Me pongo una camiseta negra, pantalón negro con mis botines favoritos y para parecer de Erudición me coloco un blazer azul.
Odiaba respetar los colores de cada facción.
Son las 9:30 cuando salgo de mi habitación, mi hermano está afuera esperando, caminamos hasta llegar al sitio donde debemos hacer fila.
Cada facción tiene su lugar aquí:
Primero están personas con vestimenta amarillas, cafés y rojas que pertenecían a Cordialidad.
Luego personas vestidas de blanco que pertenecían a Verdad.
Tercera fila era abnegación que eran vestidas con tonos grises, la que seguía era de Osadía ahí pertenecían los valientes y por último la fila de Erudición personas de vestimenta azul.
Mi padre me decía que debía confiar en la prueba, que eso me diría quien soy en realidad, a dónde pertenezco...
Aunque aveces creíaque no tenía un lugar donde pertenecer.
