Capítulo 3

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–¿Qué?–Dije frunciendo el ceño

Lo soy, lo soy, por eso no sabía cuál era mi lugar.

Tori se agarra la cabeza tratando de buscar alguna respuesta y aprieta los labios.

–Una divergente–Murmure–¡No pueden saber esto Tori!

–Lo sabía, desde que te conocí sabía lo que eras y no sé porque nunca te lo mencioné.

Tori se acerca a la computadora, teclea algo y voltea la pantalla para que yo la pueda ver.

–Te puse Erudición en tu prueba–Dice nerviosa y me agarra del brazo–Tienes que irte ya, estaré a medio día en el parque, ahí hablaremos.

Tori me empuja suave hacía afuera y acaricia mi rostro.

–Si preguntan debes decir que el suero te mareo.

Asiento con la cabeza y camino hasta salir del edificio, voy hacía un puesto de comida que estaba cerca, muero de hambre.

Una hamburguesa con un refresco es lo que decido comer mientras espero a Tori, estoy sentada en una banca del parque, miro mi reloj; faltan 30 minutos para las 12.

Necesito que Tori me diga que debo de hacer, irme de Erudición es lo primero pero ¿cuál facción me debo trasladar?, ¿estoy a salvo?, ¿debo morir lo antes posible?

Muchas preguntas rondan en mi cabeza y ninguna tiene respuesta aún.

Tengo calor, me quito el blazer y lo pongo a un lado en la banca dejando ver solo mi atuendo negro, me hace sentir miserable vestirme cómo una Erudita.

Mis ojos vagan por todo el parque, niños felices jugando sin preocupaciones, al menos no hacen su prueba hoy ni decidirán mañana lo que les costará la vida.

El aire golpea suave mi rostro y frunzo el ceño cuando siento que alguien se acerca, una sombra aparece frente a mí.

Un chico alto con ojos azules se me queda viendo, por su vestimenta distingo que es de Osadía y no es tan viejo, es un chico joven.

–¿No deberías estar en tu prueba?–Pregunta.

–La termine hace un rato, solo vine a comer–Respondo y levanto la envoltura para que vea que digo la verdad.

El chico cruza sus brazos encima del pecho y levanta una ceja.

Es guapo.

–¿Cuál fue tu resultado?-Pregunta.

Trago fuerte mi saliva y sonrío falsamente.

–¿Por qué debería decirte?, son privados–Respondo.

–Que los sepa no te pone en peligro–Se excusa y me lanza una mirada retadora.

El tipo quiere ser intimidante.

Ruedo los ojos antes de responder, claro, será una mentira.

–Erudición–Digo en seco levantándome de la banca para botar mi envoltura y botella en un basurero.

–¿Una nacida en Osadía le toco Erudición?, increíble–Dice el chico y ríe.

Lo volteo a ver extrañamente, ¿nacida en Osadía?, frunzo el ceño y suelto una carcajada un poco tonta.

–No soy de Osadía–Respondí y apunte hacía mi blazer azul, el chico lo volteo a ver y levanto sus cejas mientras movía su cabeza asintiendo.

–Los colores de los que vistes son de Osadía–Responde.–¿Si lo sabes?, ¿o no?

–Lo sé, no es primera vez que me lo dicen.

–¿Por qué?, ¿acaso no te sabes la reglas de vestimenta de cada facción?, creí que los eruditos eran inteligentes.–Dice con aire burlón.

–¿Tú que sabes?, nacer en la facción no te hace inteligente solo porque sí, puedes ser un Osado y ser muy amable para pertenecer a Cordialidad–Respondí con una mueca.

–Conoces muy bien todo ¿no?, si no respetas las reglas te va a ir muy mal.

–De igual forma detesto el sistema.–Dije y trone mis nudillos.–Detesto el color azul.

–Se te vería muy lindo..

Ignoro su comentario y miro hacía atrás de él, Tori viene caminando rápido hacia mi y él nota que veo a alguien, y voltea a verla, ella se pone a mi lado rápidamente.

–Tori, hola–Dice él y sonríe.

–Max te esta buscando–Dice ella y señala hacía una torre, ahí debe de estar Max.

Max es un líder de la facción Osadía, lo había visto varias veces en la oficina de mi madre, el chico se da la vuelta sin quitar la sonrisita sarcástica de su rostro y sin decir nada se va.

Tori me agarra de los hombros buscando alguna respuesta en mi mirada.

–¿Sabes quién era?–Le pregunto.–Me parece conocido.

–¿Katherine que te dijo él?–Pregunta.

–Pensó que era nacida en Osadía, le dije que era erudita–Respondo, ella se sienta en el banco y yo hago lo mismo, necesito respuestas.–¿Entonces?, ¿ya me dirás?.

Katherine MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora