━ percy's ex

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Conozco a la

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Conozco a la... ¿ex de Percy?

 ¿ex de Percy?

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Leo


▬▬▬▬▬▬ Estaba empezando a considerar que pasaba más tiempo durmiendo que volando.

Si se premiase a los dormilones con una tarjeta, tendría la de doble platino. Recobre la conciencia cuando estaba cayendo en picado a través de las nubes. Recordaba vagamente que Quíone lo había provocado justo antes de salir disparado por los aires. En realidad no la había visto, pero nunca olvidaría la voz de la bruja de la nieve. No tenía ni idea de cómo había ganado altitud, pero en algún momento debía de haberme desmayado a causa del frío y de la falta de oxígeno. En ese momento estaba cayendo e iba a sufrir el peor accidente de mi vida.

¡Ahi te voy San Pedro!

Las nubes se apartaban a mi alrededor. Veía el mar reluciente muy por debajo. Ni rastro del Argo II. Ni rastro de ninguna costa, conocida o no, salvo una isla diminuta en el horizonte.

Yo, por desgracia, no podía volar. Disponía de un par de minutos como mucho antes de caer al agua y hacer « chof» .

Decidí que no me gustaba ese final para la balada épica de Leo. Todavía sostenía la esfera de Arquímedes, cosa que no me sorprendía. Inconsciente o no, jamás soltaría mi posesión más valiosa. Maniobrando un poco, conseguí sacar cinta adhesiva del cinturón y sujetarme la esfera al pecho.

Parecía un Iron Man de tres al cuarto, pero por lo menos tenía las manos libres.

Empecé a trabajar toqueteando frenéticamente la esfera y sacando los objetos que consideraba útiles de mi cinturón mágico: tela protectora, tensores metálicos, cuerda y arandelas.

Trabajar al mismo tiempo que caía era casi imposible. El viento me rugía en los oídos. No paraba de arrebatarme herramientas, tornillos y telas de las manos, pero finalmente construí un armazón improvisado. Abrí un compartimento de la esfera, desenrede dos cables y los conecté a su barra transversal.

¿Cuánto faltaría para que cayera al agua? ¿Un minuto, quizá?

Giré el disco de control de la esfera, y se activó zumbando. Más cables de bronce salieron disparados de la bola, percibiendo intuitivamente lo que yo
necesitaba. Unos cordones ataron la lona protectora. El armazón empezó a
extenderse solo. Saqué una lata de queroseno y un tubo de goma y los até al sediento nuevo motor que la esfera me estaba ayudando a montar.

IMMORTAL BLOOD² ❪ HoO ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora