𝗜𝗠𝗠𝗢𝗥𝗧𝗔𝗟 𝗕𝗟𝗢𝗢𝗗
❪ El amor es la muerte del deber... ❫
━ 🏹 ❛ Si crees que esto
tendrá un final feliz,
es que no has estado
prestando atención ❜
Bajo el fuego o la tormenta
...
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EPÍLOGO
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▬▬▬▬▬▬ Khaleesi Rowle podía decir que había vivido años maravillosos en el inicio de su inmortalidad. Cada momento que paso al lado de Percy Jackson y sus demás compañeros habían sido atesorados por ella como los más hermosos recuerdos que podía tener encerrados en su corazón, un corazón de cristal que seguía latiendo gracias a las memorias de su familia.
Pero ya esos años habían pasado, y ahora solo quedaba el páramo de un frío invierno en su corazón que seguía latiendo pese a los intentos de detenerlo.
El imaginarse una inmortalidad sin ellos era algo que Khaleesi nunca quiso pensar, odiaba cuando salía el tema a colación, todos procuraban no mencionarlo. Y dejarla ser feliz pese al horrible futuro que le deparaba en la soledad.
Pero ella podía decir que fue feliz. Muy feliz.
Cada que veía el álbum de fotos y escuchaba los cassettes que había grabado junto a Percy, una sonrisa de oreja a oreja aparecía en sus labios, y sus ojos plateados brillaban debido a la contención de lágrimas. Viendo las fotos, una avalancha de vívidos recuerdos llegaban a su mente.
Como en veintidós de noviembre, ese hermoso día de invierno en el que camino al altar mientras los copos de nieve caían sobre su vestido blanco como la nieve de su alrededor. Y viéndolo a él, conteniendo las lágrimas. Ese hermoso sentimiento surgiendo en su pecho, uno de una alegría absoluta.
Su padre entregandola y dejando un beso en su frente, ella le tuvo que apartar las lágrimas y el abrazo que le había dado había sido tan puro que Khaleesi sintió el deseo de nunca romperlo. Era su padre por fin soltandola, a sabiendas que la felicidad estaba en su vida... que ya no había nadie que pudiera dañarla, que siempre estaría segura, por ella se lo había afirmado horas antes.
—Te amo —le había dicho a su padre—. Gracias por ser mi soporte incluso cuando no estabas.
—Siempre te sostendre antes de que caigas, cariño —respondió Liam, tratando de contener más lágrimas. Verla tan hermosa, y con esa espléndida sonrisa le entraban ganas de llorar. Su pequeña ya no era tan pequeña, y estaba siendo feliz por fin—. Es mi deber, y lo hago porque te amo.
