¿Qué le dije?

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Mientras yo seguía encima de Mirage, el beso se volvió más intenso, cuando sentí que su lengua quería entrar, le di la pasada. Sus manos las fue bajando, hasta mis nalgas. Las apretó, haciéndome soltar un gemido, separando los labios. Rápidamente me volteó, él quedando encima. Aunque se había olvidado que tenía el paño húmedo en su frente, por lo que me cayó en la cara. Me quejé por lo helado que estaba, además de que me cayó en los ojos, no veo nada. Mirage lanzó una risa escandalosa ante lo ocurrido. Yo lancé una corta risa, para luego guiar mi mano hacia el paño de la cara. Sin embargo, mi muñeca fue detenida.

-- Déjala ahí un rato --susurró, con una voz algo seductora.

-- ... Aún no quiero hacerlo... --advertí, más con miedo que con valentía.

-- No te preocupes, sólo quiero frotarlos... ¿Puedo?

-- ...

¿Y esa repentina recuperación? Es un total caliente.

Me hallaba sonrojado, eso lo supe, además que estaba muy nervioso al ver obscuridad nada más. Asentí con la cabeza, con vergüenza. Él soltó mi muñeca, yo me limité a dejar mis manos a cada lado de mi cabeza. No sentí nada en algunos segundos, estuve apunto de llamarlo, pero algo húmedo en mi cuello me hizo soltar un pequeño grito. Mirage estaba pasando la lengua, y dándome besos. Moví la cabeza hacia un lado, gimiendo por sentir su lengua. Fue bajando, por mi clavícula. Cortó el contacto unos segundos para sacarme la remera, esquivando el que el paño se moviera de mis ojos, tiró la prenda a un lado de la habitación. Luego volvió su lengua, esta vez a mi pecho. Me ponía nervioso no ver sus acciones, sólo podía imaginármelo.

-- ¡Ah! --Sentí su lengua en mi pezón--. Se siente un poco raro...

Empezó a chuparlo. Gemía muy fuerte, por lo que con mis manos tapé mi boca, tratando de que no sonara tanto. Sentí sus manos por mi cintura, acariciándome, luego las posicionó en mis caderas, apretando.

-- ¡Espera! --grité asustado, en medio de mis gemidos y alejando mis brazos de mis labios--. Ve hablándome, para saber que sigues siendo tú...

-- Pero si soy yo...

-- Para asegurarme... Por favor...

Hubo unos segundos de silencio, hasta que sentí su dedo secándome una lágrima que se me escapó y estaba ya por mi mandíbula. Sus dedos se quedaron acariciando mi mejilla, y luego me besó con suavidad. Cuando se separó, sentí sus manos en mi pantalón.

-- De acuerdo, Cryppy... Si me paso del límite tienes todo el derecho a golpearme.

-- Eso no va a pasar --Sonreí divertido.

-- ¿Por qué crees eso?

-- Porque confío en ti.

Al estar con un paño tapando mis ojos, no pude ver su reacción, pero se quedó varios segundos sin hacer nada, quizá mirándome. Lancé un pequeño grito de susto cuando mis pantalones y bóxer fueron desprendidos de mis piernas.

-- ¿Mirage?

Lo busqué con mis manos, con desesperación. Mis manos fueron tomadas por la suyas, y me obligó a dirigirlas hacia sus mejillas. Lo acaricié, y cuando alejó sus manos de las mías, yo no dejé de tocarlo.

-- Tus manos son suaves --dijo.

Volteó su cabeza a un lado y me besó la palma de una mano.

-- La mitad de mis manos es metal --Sonreí con burla.

-- Con tu cuello es igual y aún así te excitas con mi lengua.

-- ¡Mirage! --grité avergonzado, alejando mis manos de él, a lo que Mirage se rió.

Permíteme Tocarte >Mirage x Crypto< #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora