Problemas

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La cita para Anthony había sido increíble, el club era un buen lugar correctamente ambientado, la música era buena y la compañía de Alastor mucho mejor, todo iba muy bien si, hasta que en medio de la noche llego su padre y su madre al parecer también en una de sus salidas. Su padre reconoció a Alastor pero no a él hasta acercarse, cuando lo vio vestido como una mujer puso aquella cara que Anthony conocía tan bien y a la cual le tenía gran temor.

–Tenemos que irnos, Alastor –Habló Anthony tomando la mano del nombrado –

–Mon ange, te estabas divirtiendo y dudo que él se atreva a armar un escándalo en un lugar público –Contestó mirando a su pareja, Anthony estaba aterrorizado –Bien, cher. Nos iremos.

Alastor no estaba contento la noche estaba yendo de maravilla y ahora, ahora el rostro de Anthony mostraba un pánico total como si la muerte lo estuviera persiguiendo y teniendo sus frías garras en su cuello salieron del lugar para desaparecer en la noche entre las sombras y reaparecer en el departamento que compartían, Anthony cayo de rodillas en el suelo como si estuviera hecho de un material pesado su gorro quedo olvidado y se estaba agarrando los cabellos como si quisiera arrancárselos.

– ¡Ángel! Ángel mírame, Ángel, respira –Alastor sostuvo su mano alejándola de sus cabellos y haciendo que la mirada del joven se enfocara sobre él hablo lentamente y le pidió que inhalara y exhalara de manera pausada hablo suavemente deteniendo el ataque de pánico de Anthony – ¿Estás bien, cher?

–Papá, papá me vio vestido de mujer, mi ucciderà, papà mi ucciderà, Mi piccherà finché non potrò più, torturarmi, poi uccidermi, sono così morto –Alastor no estaba entendiendo nada de lo que Anthony estaba diciendo el rubio comenzó a sollozar – ¡mi porterà in quel posto terribile! –Se agarró del saco de Alastor mirándolo con sus ojos verdes suplicantes – ¡Non lasciare che mi porti via! Non lasciare che mi feriscano! Per favore, Alastor.

–Tranquilízate, mon ange, todo estará bien –Acaricio el cabello del rubio y dejo que lo abrazara, su cuerpo estaba temblando parecía un niño, frágil e indefenso – Todo estará bien, yo estoy aquí –lo arrullo entre sus brazos hasta que Anthony estuvo más calmado –

Alastor no sabía cuánto tiempo había pasado solamente que tenía un lio lloroso de un chico durmiendo entre sus brazos, lo levanto llevándolo a su habitación chasqueo los dedos y le coloco ropa más cómoda para dormir le coloco las sabanas y beso su frente, cuando se iba a ir Anthony le tomó de la mano alertándolo.

–Por favor Alastor, no me dejes solo –suplico con la garganta ronca de tanto llorar –por favor.

–Me quedaré aquí contigo –Chasqueo los dedos y ahora él tenía ropa más cómoda para dormir se adentró entre las sabanas y se acomodó, inmediatamente Anthony tomó lugar a su lado apoyando su cabeza en el pecho de Alastor –

Alastor estaba tenso jamás había dormido con nadie así que era un poco incómodo intento relajarse, el chico a su lado se encontraba roto y asustado, no asemejaba para nada al Anthony que había conocido lo cual lo molesto, a pesar de que había visto todo lo que le paso a Anthony no parecía afectarlo tanto; se había equivocado. Lo había afectado y mucho.

Ese maldito hombre, si tan solo Anthony se lo pidiera lo volvería puré en un solo instante.

Alastor no necesitaba de dormir y muy rara vez lo hacía pero mientras transcurría la noche sus ojos se iban volviendo pesados, se despertó cuando la luz de la mañana le pegaba en los ojos se incorporó un poco para observar que estaba enredado entre los brazos de Anthony su sombra le estaba mirando con una sonrisita y un guiño, Alastor hizo una mueca para lanzarle lo primero que encontró a su sombra lo cual era una almohada pequeña ¿por qué Anthony tenia tantas almohadas? La sombra soltó una risa y luego desapareció en algún lugar, Alastor suspiro para luego mirar a Anthony, su rostro manchado de pecas mostraba paz y tranquilidad sin ningún rastro de la desesperación de anoche, sus hebras rubias iluminada por la luz de sol hacia parecer que un halo dorado lo rodeaba.

Era hermoso casi dejando en claro que de hecho su segundo nombre lo describía a la perfección; Ángel, si era tan hermoso como un ángel incluso parecía onírico, acaricio suavemente las pecas que estaban en la mejilla de Ángel como una lluvia de estrellas en su rostro.

–Mh ¿Al? –Murmuro abriendo un poco sus ojos los cuales estaban hinchados y se notaba bastante adormilado – ¿Qué hora es?

–Son las seis, cariño.

–Podemos dormir un poco más –Se froto contra el pecho de Alastor y volvió a cerrar los ojos –

Alastor pensó en eso de volver a dormir las sabanas estaba calientes y era tentador quedarse en la cama solo un poco más pero la sombra soltó un chillido y se estremeció en algún lugar, Alastor transformo sus ojos en diales de radio para ver donde estaba su sombra, estaba al final del pasillo por las escaleras de donde cuatro hombres trajeados de negro subían detrás de ellos Henrion Ragno y detrás de Henrion algunos que tenían la camisa de hospital, ya había tenido suficiente de ese hombre bien no podía matar a Henrion pero le daría el susto de su maldita vida.

–Creo que no podré quedarme, cher –Anthony se quejó por eso –Te dejaré dormir un poco más ¿Qué te parece?

–Si vas a hacer el desayuno, has algo extremadamente dulce y que me pudra los dientes tengo que disfrutar los buenos momentos antes de mi muerte –Alastor sonrió –

–Un desayuno extremadamente dulce estará en camino, te levantare cuando este hecho –Anthony solamente asintió para que Alastor se levantara de la cama, chasqueara los dedos para estar vestido y cerrar las cortinas así ninguna luz del sol importunaría a Anthony –Beaux rêves, mon ange. –Dejo un beso en la frente de Anthony –

–Buongiorno mia amata –Sonrió acomodándose en la cama escuchando que Alastor salía de la habitación volviendo a dormir, necesitaba dormir lo suficiente tener lindos sueños antes de que todo se volviera una total pesadilla intentado no dejarse envolver por esa sensación de estar cayendo en espiral –

Alastor está tensó mirando hacia la puerta tamborilea sus dedos en sus brazos mirando hacia la puerta esperando que toque por supuesto que no iban a tocar solo derribaron la puerta de una patada.

–Estaba abierta –Habló para que los hombres trajeados dispararan los disparos fueron absorbidos por la sombras y regresados a sus dueños un tentáculo de sombra arrastraron a Henrion adentro del departamento y la puerta se cerró de golpe, Henrion miro con horror como sus hombres eran tragados por las sombras – Veo que no eres un hombre muy inteligente ¿verdad?

– ¿Qué mierda eres tú? –pregunto tomando su arma –

–Eso no es de tu incumbencia me temo –Sonrió haciendo que una de las sombras tomara el arma de Henrion y la desapareciera – Recuerdo que te aconseje; el no saber con quién te estabas metiendo y es hora de que aprendas la lección –Sonrió sus ojos se tornaron rojos y su cuerpo volvió a mostrar su aspecto demoniaco –Así que; ¿empezamos? 

Mi novio no-vivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora