Cita

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Si Anthony no conociera lo suficientemente bien a Alastor podría haber pensado que cuando se fueron de New Orleans estaba haciendo pucheros lo cual resultaba sumamente divertido de pensar, la ciudad estaba vuelta un caos y Alastor tenía ganas de quedarse un tiempo más.

Pero no quedaba más tiempo y su padre le había llamado al hotel para decirle; que regresara a casa.

Aunque era algo decepcionante Alastor y él no se habían vuelto a besar desde aquel día tan sanguinario era algo terrible para Anthony porque en realidad aunque torpes le habían gustado los besos de Alastor pero el demonio Radio se encontraba como si nada hubiera pasado, así que Anthony tenía que dejarlo pasar tal vez solo había sido la euforia del momento.

No lo sabía pero iba a guardar ese recuerdo para sí mismo mientras tanto.

Al llegar a New York se puso rápidamente en contacto con su padre dándole la información que había tenido con los hombres bajo tortura, donde conseguían las drogas, quien le distribuía el licor. Después de todo no había sido tan tonto al menos su padre obtendría información que apreciaría como el hecho de que una familia que supuestamente era aliada lo estaba traicionando y vendiendo cosas a sus espalda.

–Veo que te entretuviste en New Orleans, un espectáculo sanguinario fuera de tus estándares.

–Si bueno, esos hijos de perra me enojaron bastante ya sabes; con los niños no te metes –Habló en un tono oscuro – ¿Eso es todo?

–Si eso es todo –le entrego el dinero a Anthony para que su hijo asintiera –Te avisare cuando tengas otro trabajo –

–Sí, papá –Con aquello salió de la habitación –

Sostuvo fuertemente su arma no se sentía cómodo rodeado de los hombres de su padre estás personas a su alrededor ya no se sentían como sus familiares, sentía los ojos juzgadores de esos hombres mirándoles y sus ceños fruncidos como si supieran lo que él es y le miraran asqueados por ellos.

– ¡Anthony! –Exclamo un hombre de repente agarrándole de los hombros y dándole dos besos en cada mejilla –

–Tío, Víctor ¿Cuándo regresaste? –pregunto con una sonrisa el rubio –

–Oh, hace no mucho y allí, leí tu espectáculo en New Orleans algo sádico ¿no crees? –Anthony solamente se encogió de hombros –No soy quien para juzgar ya que hago la mayoría de trabajos sucios para tu padre ¿pero estás seguro? De volverte un sicario.

–Bueno tío, no sé si sabes pero he hecho el trabajo de sicario desde los doce –Comentó para suspirar –Sueños de actuación directo a la mierda.

–Lastima me encantaba verte actuar en la fiesta navideña con tu hermana –menciono alborotándole el cabello –

–Bueno tío, tengo cosas que hacer así que espero pases un buen día –Habló para despedirse de él con una sonrisa y marcharse de una vez como lo había deseado momentos atrás –

Cuando salió se dirigió rápidamente en su auto a su casa donde estaba su familia su madre le recibió con una sonrisa y su hermana con un abrazo, Aron no estaba por ningún lado así que de seguro estaba haciendo trabajo para su padre.

– ¿una cita? –Habló Molly sentada en la cama –

–Sí, tengo una cita con Al en este nuevo club que abrieron –Comentó –Y quiero verme muy bien así que me acompañarías a comprar un nuevo vestido.

Mi novio no-vivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora