CAPÍTULO VI

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Capítulo seis

Despierto con un fuerte dolor de cabeza en mi habitación, me tomo la cabeza y cierro los ojos tratando de recordar cómo llegué aquí

>>Estábamos, a Lolita y yo atravesando la calle, me llego un mensaje de Alec me detuve a leerlo y luego sentí unos brazos en mi cintura, luego una voz la recuerdo perfecto, pero no la identificó la escuchado antes pero no sé de donde<<

Entra Lolita a mi cuarto y volteo a verla— Ya despertaste, mi niña— asiento

Se sienta en la cama—¿Que paso hace rato, nana?

—No recuerdas nada

—Mas o menos—digo recordando—. Pero quiero que me digas lo qué pasó

—Pues cruzamos la calle, tu te detuviste justo en medio, cuando yo ya había cruzado— asiento para que continúe—. Luego el semáforo se puso en verde, estuvieron a punto de atropellarte pero te salvo un joven alto, con cabello negro y de ropa oscura

Abro los ojos como plato, al escuchar las coincidencias que tiene ese chico con Aaron

No puede ser el, ¿hay muchos chicos así no?

Continúa—El te llevo hasta la banqueta pero te tropezaste y desde un fuerte golpe en la cabeza cuando te caíste en el suelo, te quise mover pero el joven me recomendó que no, me preguntó qué si te lleváramos al hospital pero no quise preocupar a tu padre, así que le pedí que nos trajera a la casa y te cargo hasta tu cuarto

Mis cejas se unen—¿En serio?— no puedo creer que Aaron haya echo todo eso, ademas que justamente él haya estado en ese preciso momento

Asiente—Si hija fue de lo más amable, me comentó que era un compañero de tu colegio, que bueno que estuvo en ese justo momento

Asiento, tratando de aceptar el hecho de que Aaron me haya salvado

—¿Te sientes bien?— pregunta después de verme tan callada

—Si, sólo un dolor de cabeza bruto— digo mientras me amarro mi cabello con una liga

—¿Quieres tomar un analgésico o ir al hospital?

—No solo dame una aspirina, no es para tanto

—De acuerdo, ahora vuelvo

Cuando sale de mi cuarto, recuerdo que no le conteste a Alec, no quiero que crea que lo deje en visto a propósito, salgo de la cama y busco mi celular, en mis pants, en el cajón, en la cama, salgo de mi cuarto y bajo a la sala, pero no lo encuentro en ningún lado

¡No puede ser!

Ya perdí mi iPhone, me costó mucho convencer a mi papá, que me comprara un celular tan rápido después de perder el que tenía

No puedo decirle a mi padre

Donde lo pude dejar, talvez se me cayó en la calle, cuando el tonto de Aaron me empujó para salir de la calle y lo aplasto un auto

¡Ay! Ya perdí todas mis fotos y mis contactos

Vuelo a subir a mi cuarto y prendo mi laptop para mandarle mensaje a Valentina pero veo que tiene rato desconectada así que la apago

—Aquí está tu pastilla, niña— dice nana, entrando a mi cuarto— también un vaso de agua para que te lo tomes sin problemas

—Gracias, nana— le digo después de tomar la aspirina— de casualidad, no viste mi celular

Ladea la cabeza—No la última vez que lo vi lo tenías en las manos cuando cruzamos la calle, ¿porque?

Hago un puchero—No lo encuentro, nana

Eres de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora