Prólogo

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PRÓLOGO:

Siento un fuerte dolor de cabeza al intentar abrir mis ojos

Frunzo el ceño al ver todo oscuro a mi alrededor a excepción de unas ventanas donde entra una poca luz de fuera

¿Dónde estoy? No recuerdo como llegue aquí.

***

Estaba con Jonás en el parque, luego él fue por un helado para mí, me quede sola por un momento viendo en el celular mi conversación con él.

A: Siempre tienes que decirme dónde estás.

S: ¿Para qué?

A: Para estar contigo en ese preciso momento.

Por qué no me habla, es un idiota, pero es mi idiota, sé que hice mal pero no por eso dejo de amarlo y sé que él me sigue amando —pensé al ver la primera foto que nos tomamos en la feria, de repente siento un piquete en mi brazo que me hace desmayar.

***

¿Por qué estoy aquí? —pienso antes de intentar llevarme una mano a mis ojos, pero caigo en cuenta de que están amarradas con cinta adhesiva detrás de mi espalda

Me pongo a llorar por la desesperación de no saber quién hizo esto.

—Mira quien ya despertó —me estremezco, al ver a un tipo asqueroso, acercándose a mí con otro tipo más bajo que él.

—La dulce princesa —dice el tipo bajo riendo viéndome con una mirada que me asusta

Se muerde el labio

—Ya despertó hay que llevarla con el jefe

¿Que?, ¿Con quien?, ¿Quienes son ellos?

—No, déjenme, no me toquen —grito

Chasquea la boca el de baja estatura

—No te haremos nada si no haces nada malo

El alto menea la cabeza

—Así que, cállate solo te llevaremos con el jefe

—Déjenme en paz, ¿Quiénes son ustedes? —digo intentando alejarme de ellos en el suelo

—No importa quienes somos, tranquila —me dice con una mirada retorcida

Veo acercarse a mi el tipo bajo, con ganas de tocarme

—Les dije que no me —no deja que termine porque me tapa la boca el tipo alto

—Silencio, no te haremos nada si cooperas, pero si sigues así te arrepentirás, ¿entiendes?

Asiento con la cabeza

—Vamos —me levanta y me empieza a hacer caminar

No puedo ver por dónde voy, hay muy poca luz aquí, así que me tropiezo al sentir unas escaleras

—Sube —me ordena—. Camina

Me sorprendo al pensar que tal vez estamos en un edificio por la cantidad de escalones que cuento

El tipo me empuja por donde imagino está "el Jefe", entró y al ver quien está sentado frente de mí, frunzo el ceño, es un tipo calvo, con una marca en su ojo y ceja, mayor de 40 años.

—¿Quién eres? —digo después de un silencio espantoso—. ¿Porqué estoy aquí?

—Yo soy un conocido del pasado —dice con una sonrisa—. Y la razón por la que estás aquí es porque Eres de él.

Eres de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora