CAPÍTULO XXIII

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Capítulo veintitrés

Aaron no está

Después de intentar ayudar a Alec a que se limpiara su cara, él se fue a su tienda

Creí alcanzar a Aaron pero cuando regrese él ya no estaba, ni sus cosas, solo estaban mis cosas que había dejado en su auto

Esta noche dormiré sola

Tengo que hablar con Aaron, no tengo pensado que decirle pero tengo que solucionarlo, ahora sé que estoy enamorada de él, pienso antes de quedarme dormida

Tenía razón, este campamento no fue de color de rosa

***

A la mañana siguiente, nos despertamos todos con la intención de desayunar, gracias al cielo Aaron no se llevó la nevera

—Sophia, ¿cuando se fue Aaron?— Kellen me pregunta preocupado

No sé qué decir así que Alec se me adelanta

—Se fue como a media noche, lo vi cuando quise salir de la tienda

Se dirige otra vez a mi Kellen—¿Tu estabas dormida?

Solo asiento dándole un mordisco a mi sándwich

—Mañana vamos a su casa— le dice Derek a su hermano

—Si tienes razón, que nos diga qué pasó

Alisa termina de tomar agua—Si pero mientras vayamos al lago a divertirnos

—Buena idea— Smith pone su pulgar arriba

—Si, Sophia vamos a cambiarnos— Valentina me toma del brazo

No me siento bien, después de lo de anoche, ahora no puedo hacer nada, así que al menos voy a fingir que estoy bien

—Está bien, deja que termine mi desayuno

Recuerdo cuando fui por primera vez a la casa de Aaron, estaba tan borracha que ese día cuido de mi, me preparo sándwiches fundidos a la perfección, como los nombro él y luego dormimos juntos por primera vez

—Hey— Valen menea su mano enfrente de mi—. Sophi, vamos a cambiarnos

Parpadeo nerviosa—Si vamos

***

—Gracias por traerme a casa— me sincero

—Descuida, no hay problema. ¿Cierto hermanito?

Alec solo asiente, sin dejar de ver la calle

Me despido de ellos moviendo mi mano, Alissa solo me sonríe antes de que su hermano arranque

Entro a casa y me recibe mi padre sentado en el sofá de la sala

—Hija, ya llegaste

—Si papa— dejó mis cosas en la entrada

—¿Te divertiste?

—Si, fue divertido

—¿Como te fue con Aaron y tus amigos?

Lucho por no ponerme seria pero mi cara parece tener una mueca—Bien, nos divertimos en el lago

—Que bueno. ¿Aaron te trajo?

—No, fue otro amigo, él estaba ocupado— frunzo los labios

—Bien, ven vamos a almorzar

***

—Hija, ¿porqué no comes?

—No tengo mucha hambre— hago un mohín

—¿Quieres ir a tu cuarto a descansar?— mi padre me ve preocupado

Eres de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora