Capítulo 4

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Dicen que los ojos son la ventana al corazón, nunca he estado tan de acuerdo con algo como lo estoy en eso. Por mucho que una persona sea experta mintiendo siempre tiene la verdad en sus ojos.

Alaia Scott.

Volvi a casa después de un largo y fastidioso día en el instituto después de mi importuno tropezón con Miller, Mel pasó el resto del día molestandome con todas las posibilidades de que Miller y yo nos casaramos y nos convirtamos en un cliché de una historia de amor.

Afortunadamente el resto de la semana no paso nada de importancia y por fin es viernes. Entro a casa, soy la única en llegar porque hoy no me tocan clases extracurriculares y a mis hermanos si, lo cual agradezco ya que las clases de idioma no son mi fuerte, simplemente no hay otra cosa a parte de dibujar que me llame la atención y eso afortunadamente lo puedo hacer en mi casa, recostada en mi cama sin ningún tipo de molestias. Observo que mamá está haciendo los que haceres y al verme solo me da un saludo seco y sigue en lo suyo.

De mi infancia recuerdo que mi madre era muy cariñosa pero de un momento a otro eso cambió, convirtiéndose en una mujer fría y podría decir que casi no suele dirigirme la palabra, creo que si menos me habla mejor para ella, la única forma que encuentro que me hable con toda plenitud es cuando hago algo malo donde está obligada regañarme, siempre poniéndome el mismo castigo sin celular y sin salidas, no sé que le hice a mi madre para que sea así conmigo, ya que con mis hermanos no pasa esa situación.

Melody dijo que pasaría por mí, así que entro en mi habitación para elegir que ponerme para la fiesta de hoy y me adentro al baño para tomar una ducha fría, esa que tanto me encanta para despejar mi mente.

Dejo caer mi ropa interior al suelo, entro a la ducha y abro el grifo permitiendo que el agua fría caiga encima de mi cabeza empapando todo mi cabello y resbalando por todo mi cuerpo. Cierro los ojos imaginando trazos de carbón en mi mente para unos retoque que le hacen falta a un retrato que estoy haciendo para Melody.

Cuando mi cuerpo comienza a quejarse de la temperatura decido que ya ha sido suficiente.

Cojo la toalla y empiezo a secarme, envuelvo mi cuerpo en la misma y agarro otra más pequeña para secar mi cabello.

Salgo del baño y me siento en la cómoda que tiene el gran espejo para cojer el secador de cabello y empezar a secarlo. Al terminar cojo una bata, decido tomar una siesta hasta que se la hora adecuada para arreglarme, así en la fiesta no andaré con cada de zombi por mis pocas horas de sueño.

***

Despierto justo a tiempo para debatirme si es buena idea o no asistir a la fiesta. Decido que lo mejor será ir para vigilar a Mel, si la dejo sola quien sabe cuanta locura es capaz de hacer.

Ajusto mi bata para bajar a comer algo antes de que el hambre me mate, bajo las escaleras y mamá esta sentada en un taburete apoyada de la isla de la cocina con una copa de vino en la mano. La casa está en total silencio lo que deduzco que solo estamos ella y yo, lo que se me hace raro porque ya es muy tarde y mi padre y hermanos aún no han llegado.

Mi madre nota que busco a los demás y decide aclsrsrmelo.

—Tu padre fue a visitar a tu abuela con tus hermanos y como sabe que no te gusta ir no pasó por ti, si tienes hambre hay pizza en la nevera —toma un sorbo de su copa al terminar, claro que me toca pizza, ella no cocina cuando papá no está.

Voy directo a la nevera y cojo un plato con tres rebanadas de pizza. Mamá está ebria y noto que me mira pero por primera vez noto que hay algo de tristeza en su mirada, me siento al otro lado de la isla y le doy el primer mordisco a la pizza.

La Sombra De Mi Corazón. [Completa]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora