Capítulo VII

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Capítulo VII

Shu Jing

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       Los ojos azules le miraban turbios, tan confundida seguramente como él lo estaba. Se molestó mucho, quería borrar ese sentimiento de ella, que nunca mas volviera a sentirse de esa forma, preocupada, amenazada, inquieta. La promesa era verdadera. Mataría a Azula si se atrevía a tocarla. Y hablando de ella...

      —¿Qué haces aquí Azula?

      Estaba enojado. Todos sus planes se acababan de ir a la basura, no solo por la presencia de la guardia imperial, su hermana complicaba todo aun mas.

      ¿Por qué siempre tenía que estropearlo todo? Ahora realmente creyó que su único objetivo era hacerlo miserable. Pero también estaba preocupado, no lo demostraría por su puesto. El avatar estaba con vida, aquí mismo para su ahora mala suerte. De ninguna manera tenía que enterarse.

      —¿Es esa la manera de saludar a tu hermana?

       Llegó a ellos pero no se acercó, estaba a una prudente distancia de por lo menos cinco metros, Mai y Ty Lee se quedaron detrás de ella. El soldado imperial que se había detenido a su lado se giró mirando a Azula, los demás guardias se posicionaron detrás de él, un soldado se quedó al lado de la chica que acompaña a Katara. Definitivamente los estaban protegiendo.

      —¿Qué hiciste para que la guardia personal de nuestro padre viniera aquí?

      Decidió preguntar, realmente quería saberlo, si se atrevió a hacerle algo a Katara no estaba seguro de cómo reaccionaría. Sintió la mano de la maestra agua hacer una ligera presión en su pecho, una manera de decirle que se calme.

       Azula lo miró con desagrado — No se quien es mas estúpido, si tu o padre. Ella los está engañando.

      —Yo no me quejo de que lo haga — le dijo con diversión —. Has lo que quieras Azula, no pienso perder mi tiempo contigo — terminó de decir con indiferencia.

       Le dio la espalda, en ese momento el soldado a su lado tomó lugar detrás de él, dos mas cambiaron de posición cerrando el circulo. Ordenó que subieran las cosas de la maestra agua y su acompañante en la carruaje que conducía Fat, tenían que dirigirse rápido a la finca de su maestro. Con Azula su plan cambiaba por completo. Tenía que encontrar la manera de enviarle un mensaje a Sokka, advertirle que debían dejar Shu Jing de inmediato. Con respecto a Katara ya vería la manera de convencerla sobre su cambio de bando.

     —¿Piensas dejarme aquí? — le habló indignada.

      —Tu visita no fue anunciada — habló sin molestarse en mirarla —. El maestro solo accedió a recibir a Katara y a su acompañante. Viniste porque quisiste Azula, ahora te las arreglaras por tu cuenta.

      —Oh ¡Vamos a acampar! Siempre he querido hacerlo — la voz de Ty Lee salió a relucir.

      Zuko se estremeció al escucharla. El avatar y sus amigos se encontraban en la isla, pero quien sabe en donde se estaban escondiendo, Sokka no se lo dijo, no se molestó por eso, pero ahora lo veía como un gran inconveniente. Si Azula deambulaba por su cuenta existía la posibilidad de que se encontraran.

      —O podemos volver — opinó Mai —. No pienso dormir en el suelo o en una posada de quinta.

      De todas la mas molesta parecía ser ella. Pero si Mai lograba convencer a Azula de regresar sería bueno.

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