Terminado el ensayo, Mew se encontraba listo para regresar a su casa, es mas ya se encontraba en el estacionamiento y a punto de abrir las puerta de su auto, cuando escucho una molesta voz que no esperaba oír por el resto de la tarde.
-Amor, ¿me llevas a casa?- dijo Art con su voz melosa intentando tomar un brazo del castaño.
-No, si mal no recuerdo, tienes tu propio auto- respondió Mew fastidiado-Y aparte, ¿Cuántas veces te voy a pedir que no me llames amor?, sabes muy bien porque estamos comprometidos.
-Seguiré llamándote amor, cuantas veces yo quiera, hasta que te des cuenta que yo soy el hombre de tu vida- rebatió el chico con un tono enfadado por ser rechazado por millonésima vez.
-Art sigue soñando, porque eso no va a pasar.
-Ya verás Mew, pronto te darás cuenta que también me amas- hablo nuevamente Art seguro de sí mismo –Entonces, ¿Me llevaras a casa?, hoy no traje mi carro- añadió con voz esperanzadora.
Mew viendo que si se negaba el chico iba a seguir insistiendo, resignado le hizo señas para que se subiera al auto y así llevarlo, en el camino a la casa de Art que para su desgracia quedaba en dirección contraria a la suya, el pelinegro intento tomarle la mano por encima de la palanca de cambios, cosa que lo molesto y la retiro inmediatamente.
Llegaron a la casa del chico y este antes de bajarse intento darle un abrazo y un beso, cosa que el castaño volvió a rechazar, no quería que este lo tocara.
-Mew, solo es un beso, en algún momento lo tendrás que hacerlo, en los tres años que llevamos comprometidos jamás nos hemos besado- hablo entre lágrimas Art, sintiéndose frustrado por no conseguir lo que quería, porque está bien había logrado que su padre concertara el compromiso, pero a que costo, desde que se había dado el anuncio el jamás había tenido una muestra de cariño por parte del castaño.
-Art, deja de llorar sabes muy bien porque no lo hago, este es un compromiso arreglado y sabes muy bien porque acepte- le dijo Mew sin inmutarse -¿Cómo me gustaría que fueras como la prometida de mi hermano?- añadió con un suspiro.
-¿Cómo?, ¿dime como es ella?, ¿yo puedo cambiar?- pregunto el pelinegro creyendo que así lo complacería y tendría un poco de su atención.
-Pues veras, ella no se mete en los asuntos de mi hermano, no está con el todo el día, y no se llaman a menos que sea necesario- contesto Mew, con la esperanza de que el contrario se comportara de la misma forma.
-¡Eso jamás Mew!- exclamo Art antes de bajarse y dirigirse a su casa.
Una vez adentro, el chico le hablo: -Ya verás Mew, yo haré que te mueras por mí, que quieras besarme, y que me extrañes cuando no este junto a ti...
Mientras tanto el objeto de sus deseos, ya había dado marcha atrás y se encontraba en camino a su propia casa, pensando en lo cansado que estaba de esa situación, ya no resistía esa vida, no veía la hora de terminar ese absurdo compromiso impuesto por sus padres, para ser feliz con la persona que realmente amaba.
Ya en su casa el castaño subió a su habitación y se recostó en su cama a pensar, en cómo le gustaría que Gulf no tuviera miedo de su padre, y se atreviera hacer pública su relación, cerró los ojos, se sentía feliz de haber estado con él unos pocos minutos a escondidas de todos, su hermoso pelinegro lo completaba, tan solo su existencia hacia que olvidara sus problemas, ¿Por qué no lo habría conocido antes?; antes de que sus padres hubiesen tomado la decisión de comprometerlo, suspiro y se preparó para dormir un rato.
Mew había conocido al pelinegro en su primer día de clases, lo había visto cuando llego a la universidad y caminaba por algunos pasillos, más adelante descubrió que estaban en la misma facultad y compartirían las clases juntos, para ese tiempo ya llevaba un mes comprometido con Art, por eso no se había acercado al muchacho el cual descubrió que se llamaba Gulf Kanawut y era el hijo de un importante empresario del ramo automotriz, además no estaba seguro de su orientación sexual.
Durante meses, solo se dedicó a observarlo ver lo hermoso que era, lo amable y lo buen estudiante que había resultado ser, compitiendo por el primer lugar en calificaciones con él; en todo ese tiempo no le había dicho nada hasta que una vez les toco hacer un trabajo en equipo, y ya fuera de miradas curiosas, prometidos, y amigos comenzaron a conocerse, e intercambiaron números telefónicos, allí comenzó la amistad sin que nadie lo sospechara.
Una hora después de quedarse dormido Mew se levantó, para cambiarse de ropa y buscar algo de comer, sus padres aún no habían llegado y ya se acercaba la hora de la cena, por lo que subió nuevamente para poder llamar a su amor, le marco pero no le contesto, por lo que volvió a intentarlo ahora si recibiendo una respuesta positiva.
-¿Hola?- se escuchó del otro lado de la línea una voz ronca.
-¡Hola! ¿Qué andabas haciendo?, te escuchas raro.
-¡Mew!, ¡qué bueno que llamaste!, estaba dormido- contesto el pelinegro.
-Y apuesto, que no has comido nada desde que llegaste- le dijo Mew preocupado por su salud.
-Si comí antes de dormir, apenas llegue a casa pedí que me hicieran algo de almuerzo, no te preocupes.
-Si me preocupo, y no me pidas que no lo haga porque sabes que es caso perdido- dijo el castaño mientras soltaba una pequeña sonrisa.
-Lo sé- suspiro el pelinegro- entonces, ¿Qué estuviste haciendo?
-No mucho, desde que llegue me quede dormido, recién me despierto igual que tú.
-Estabas cansado entonces, tú no eres de dormir mucho, el dormilón de esta relación soy yo- hablo Gulf riéndose un poco de su novio.
-La verdad es que si el ensayo me agoto, y sabes que si eres un dormilón, pero porque te acuestas demasiado tarde estudiando, ya te he dicho que no tienes que esforzarte tanto, eres uno de los mejores alumnos de la facultad- le regaño el castaño preocupado por su salud.
-Yo lo sé muy bien, pero quiero seguir esforzándome.
-Sabes una cosa... -decidió cambiar de tema Mew, porque si seguían con el anterior podrían terminar peleando por la terquedad del pelinegro.
-¿Qué?- pregunto intrigado Gulf.
-Estuve recordando algo hermoso antes de dormirme.
-¿Enserio?, ¿Qué cosa?- volvió a preguntar curioso.
-Estuve recordando la primera vez que puse mis ojos en ti, y dije ese chico si es hermoso, cuando hablamos por primera vez, cuando por fin entablamos una amistad- respondió el castaño con una sonrisa.
-En esos momentos yo estaba muy nervioso, el chico popular de la facultad, estaba solo conmigo haciendo un trabajo para la clase...- recordó Gulf sus sentimientos aquellos momentos, porque la verdad era que él también había notado a Mew desde el primer día de clases, pero nunca se acercó, no debía hacerlo y aparte él era un chico comprometido.
Estuvieron una hora y media hablando hasta que Gulf dijo que tenía que colgar, pues su padre había llegado y este tenía por norma que todos debían cenar juntos, después de la muerte de su madre él se había vuelto estricto, y no había día que no les recriminara a él y a su hermana cualquier cosa que pensara que habían hecho mal.
Se despidieron y Mew decidió también bajar y cenar con su familia, para después subir a bañarse y dormir esperando que un nuevo día empezase, y volver a seguir la misma rutina.
Hola aquí está el segundo capítulo de mi historia espero que lo hayan disfrutado y les aviso que estaré actualizando de lunes a viernes los fines de semana no subiré capitulo.

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NADA ES LO QUE PARECE
RomanceMew Suppasit es estudiante de administración y negocios en una de las mejores universidades de Tailandia, siendo uno de los chicos mas populares de la universidad y la mitad de la pareja mas deseada de todo el campus ¿o tal vez no?. Y es que Mew...