Capitulo 15

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Llegaron a la mansión Suppasit, y como todos los días solo se encontraba el personal, saludo a la chica que estaba haciendo el aseo de la sala y subió junto con Gulf a su habitación, una vez allí Mew dejo sus morrales en el lugar correspondiente, para luego tirarse en la cama y hacerle señas al pelinegro para que se acostara junto a él.

-¿Cómo te sientes?- le pregunto el castaño una vez lo tuvo entre sus brazos.

-Ya estoy más tranquilo, y aliviado que el altercado no paso a mayores en la universidad- respondió Gulf en voz baja.

-¿Qué te dijo tu hermana?-pregunto Mew ya que en el camino su novio le había enviado un mensaje para ver cómo estaban las cosas.

-Me dijo que después que nos fuimos mi papá se encerró en el despacho y no le hablo, también me dijo que iba a tratar de traerme el resto de mis cosas hoy en la tarde.

-Me alegro que tu padre no se la tomara con ella - añadió Mew mientras se volteaba y lo miraba a los ojos.

Mirada que puso nervioso al pelinegro, porque en ella se podía ver el amor y el deseo que el castaño profesaba hacia él, Mew acaricio lentamente el feo morado en la mejilla de su novio teniendo cuidado de no lastimarlo, para luego atraerlo y besarlo con algo de dulzura, quería hacerlo olvidar aunque sea por un instante todo lo que estaba pasando a su alrededor.

El beso fue subiendo de intensidad poco a poco, tanto así que sus manos ya no estaban quietas y se paseaban por el cuerpo del otro sin ninguna vergüenza, estaban tranquilos porque sabían que nadie iba a llegar a esas horas de la mañana, las camisas desaparecieron de sus cuerpos sin ni siquiera darse cuenta en qué momento se las quitaron.

Mew se encontraba encima de Gulf repartiendo besos a lo largo de su cuello, mientras se desplazaba hacia su pecho llegando a su estómago, en donde siguió su camino hasta el botón de los pantalones, el cual desabrocho muy lentamente para luego proceder a bajar el cierre y besar la erección que se ocultaba debajo del bóxer negro de su pareja.

Deslizo los pantalones por las piernas del pelinegro, en un sensual movimiento mientras iba descubriendo la piel de sus piernas iba repartiendo besos sobre ellas hasta que llego a sus pies y termino de sacarle los pantalones, para después regresarse lentamente acariciando todo lo que encontraba a su paso, una vez estuvo a la altura del rostro de su novio, lo vio con intensidad para luego sumergirse en un apasionado beso.

Gulf que no se quería quedar atrás, movió sus manos y comenzó a quitarle los pantalones al castaño un poco más rápido que como lo había hecho su pareja, quería sentirlo, quería sentir sus pieles rozarse sin ninguna barrera, una vez que logro su cometido invirtió los papeles y ahora fue el que recorrió el cuerpo de Mew con besos demorándose un poco en la erección que se asomaba en sus bóxer, los cuales no dudo en quitar en un solo movimiento, para luego meterse el miembro de su novio en la boca y darle una deliciosa mamada.

El castaño estaba enloqueciendo con las sensaciones, había tomado los cabellos de su novio y lo instaba a mover su boca cada vez más rápido –Amor, así mas fuerte... trágatelo todo quiero tocar el fondo de tu garganta- decía el chico perdido en la pasión, y el pelinegro le hizo caso y lo llevo más profundo en su boca, se complacía al ver como se deshacía su pareja por sus atenciones.

Cuando sintió que se estaba construyendo su orgasmo lo aparto para intercambiar nuevamente de posiciones, termino de quitarle los bóxer al pelinegro y tomo el lubricante de la mesa de noche para comenzar la preparación de su novio, pero antes lo tomo del cuello y lo acerco para un nuevo beso, en donde pudo compartir parte de su propio sabor aun impregnado en la lengua de su hermoso hombre.

Mew se dedicó a prepararlo lentamente, asegurándose de no hacerle mucho daño, no era la primera vez que lo hacían, pero él se caracterizaba en tomar su tiempo a la hora de la preparación, Gulf simplemente gemía y se retorcía debajo de él paseando sus manos por el torso de su amante, hasta que sintió tres dedos en su interior y sin muchas ceremonias tomo la mano de su novio y lo insto a que lo masturbara, no aguantaba más, necesitaba correrse-

NADA ES LO QUE PARECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora