22; no es cierto

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Al transcurso de un mes el objetivo de aquella adolescente castaña en la tarde donde llegaron los habitantes de Woodbury se había cumplido, pues Carl, Patrick y ella eran amigos. Los habitantes restantes simplemente se acoplaron al modo de vida de los de la prisión dejando así un ambiente en el cual vivir. 

—Patrick,—la castaña río de las ocurrencias del chico de gafas 

—Mads, ¿a dónde vamos?—preguntó el de lentes al verlos caminar hacia el huerto donde a simple vista no se veía nadie

—con Carl, ¿por qué?—este alzo los hombros sin importancia viendo a lo lejos al chico en el chiquero

—no lo sé—hizo una mueca—iré a la biblioteca—ella asintió y siguió caminado hacia el ojiazul sin importar lo que iría a hacer ser su amigo en una vieja biblioteca que contenía libros para niños pequeño o para adultos 

—hola—lo sorprendió por detrás haciéndolo brincar un poco—sigues enojado—el que ahora parecía vaquero asintió recordando la pelea con su padre—algún día nos regresaran nuestras armas—volteo a ver el chiquero improvisado —Violet, esta creciendo —este asintió

—acaba de nacer es obvio que creció—dijo obvio recargándose en el chiquero para ver a la puerquita bebe 

—es hermosa—miró al cerdo ir con su mamá y acostarse al lado de ella cosa que ellos ya no podían hacer 

—como digas—bajo la cabeza ocultando su sonrisa por la ternura de la chica 

—¿hasta cuando dejarás que los otros también te vean sonreír?—Carl alzó una ceja—están preocupados, desde que llegaron los de Woodbury que no muestras esa sonrisa—tomo su mejilla apretándola como castigo 

—hey—se quejo—simplemente cuando están las personas no me siento cómodo riéndome —se toco la mejilla sobándola 

—está bien—suspiró rendida—espera, ¿qué?—volteo a ver a su mejor amigo fingiendo estar enojada—acaso no soy una persona—este negó

—eres un Aline—rio—desde que llegaste al grupo lo sé—ella toco su pecho "insultada"

—¿cómo lo supiste?—preguntó dramatizando—dime—exigió riendo

—tu sonrisa—señalo—nadie la puede mantener mucho tiempo—ambos estallaron en carcajadas sin saber que eran observados por Michonne y el sheriff ex líder del grupo

—le hace bien estar con Maddie—dijo la morena viendo sonriente la escena mientras guardaba su catana en su estuche detrás de su espalda 

—si, eso creo—sonrió Rick al hecho de poder ver la sonrisa de su hijo

—¿te vas haciendo la idea?—rio Michonne burlándose de él 

—¿qué?—el sheriff arqueo la ceja al no entender la referencia de la morena 

—Maddie y Carl—ambos miraron a los niños salir corriendo tomados de la mano hacia su amigo Patrick 

—no lo sé—alzo los hombros sin importancia

—claro, si es que Daryl no lo mata —apunto al arquero que no lucía tan feliz viéndolos

 —iré a hablar con él

—¿qué le vas a decir?—preguntó curiosa la morena riendo por su imprudencia 

—tenemos que salir por más provisiones —hablo desconcertado 

—oh,—soltó esta decepcionada de la respuesta del sheriff pues ella imaginaba otra cosa 

—me voy—se despidió y camino hasta su mano derecha que comía una pedazo de carne de ardilla—Daryl,—lo llamó—¿tenemos suficientes provisiones?—preguntó llegando a el área del comedor que se encontraba afuera de las instalaciones 

—iremos Glenn y yo mas de rato—chupo sus dedos terminado su pedazo de carne—queda aun mucha—miró el sol—tal vez al atardecer—su mirada bajo a los adolescentes que se abrazaban o al menos ella lo abrazaba—¿qué es lo que trama tu hombrecito?—señalo al Carl

—no lo sé—respondió con una sonrisa—Michonne cree que terminaran juntos—el arquero negó repetidas veces

—claro que no,—el sheriff rio a lo sobreprotector que se volvió Daryl desde que Maddie se convirtió en mujer hace algunas semanas 

—todo el mundo lo cree—llegó Glenn a la platica con sus manos en la cintura 

no es cierto—fulmino Daryl al pobre coreano que le regalo una sonrisa burlona sin dejar de observar a los adolescentes 

—si, si lo es—apareció  Carol del otro lado—o al menos que termine con Patrick—recordó la confesión de este en las clases para defenderse—como vez no hay mucha variedad—todos miraron a sus lados confirmando que eran la mayoría adultos o muy pequeños 

—yo apuesto a que terminará con Carl—dijo Glenn sonriendo viendo la parejita compartir miradas 

—bien, yo apuesto a que terminará con Patrick—apostó Maggie llegando y viendo como Maddie reía junto con el de anteojos —Carl es muy reservado—la mayoría asintió dándole la razón 

—pueden dejar de hablar de eso—pidió el de la ballesta indignado—ella no se quedará con nadie—amenazo—y menos con esos adolescentes hormonales—se retiró dejando a todos con esa sonrisa de satisfacción por su enojo

—¿él lo sabe?—todos negaron a excepción de Rick quien no tenía ni la menor idea de que hablaban—tarde o temprano lo sabrá—razono Maggie cruzándose de brazos

—¿qué sucede?—cuestionó al no entender lo que hablaban sus amigos 

—Maddie, algún día se enamorará y será de Carl—jugó Glenn

—o de Patrick—Maggie reto con la mirada a su novio 

—como sea, ese día ardera Troya—todos asintieron de acuerdo con Carol

—entonces debemos prepararnos—todos miraron a la chica rubia que acababa de llegar 

—espera, ¿a Maddie le gusta alguien?¿sabes a quién le gusta?—preguntó Glenn interesado por la apuesta con su novia 

—si y si—respondió sonriendo—pero le prometí no decirle —sonrió—lo siento—en esta ocasión como si hubiera sido planeado todos voltearon a ver a los tres con sus diferentes actitudes

Maddie como siempre reía de alguna cosa, Patrick lucía intimidado por Carl y nervioso por Maddie, Carl estaba serio a excepciones de algunas veces que la castaña le sacaba una que otra risa por sus ocurrencias.

—¿qué opinan de una elefante volador?—sugirió

—¿por qué alguien quisiera ser un elefante volador?—cuestionó Carl 

—no lo sé—alzo sus hombros riendo junto con Patrick—tal vez yo, me gustaría ser como un elefante—confeso

—¿por qué?—preguntó Patrick sin perder lujo de detalle en la conversación

—mamá alguna vez me contó el porque decía que ella era un elefante—comenzó—ser como el elefante no era cualquier cosa—suspiró con nostalgia—con pies grandes y pesados, para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos, con orejas grandes, para aprender a oír y no a actuar a ciegas, con la boca chica, para no andar hablando demasiado, tener piel áspera y dura, para aguantar los embates de la vida, tener su memoria, para que nunca olvides quién realmente eres—el castaño suspiró

—bien ahora quiero ser un elefante—rio Patrick—¿y tu Carl?—este negó

—Carl, es un koala—los dos chicos la miraron—es tierno—apretó su mejilla—pero te puede matar, perfectamente equilibrado—dijo sacando un par de risas a su mejor amigo

—imagínense que se sentirá volver a la normalidad—los dos pararon de reír al oír el comentario de Patrick

—se sentiría extraño—confeso el hijo del sheriff cruzándose de brazos mientras pensaba en cuantos caminantes mató y en aquel chico que creyó bien matar 

—genial—respondió la castaña acompañada de una grande sonrisa imaginándose todo restaurado de nuevo—sería genial poder caminar en las calles sin temer a morir—suspiró—sin tener que vivir encerrada o buscado comida para sobrevivir—miró a ambos demostrando sus diferentes personalidades—no tener que elegir—susurro en voz baja evitando a que los chicos escucharan.

H O P E ➳ ČÂŘĹ ĞŘÎMĚŠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora