Adicto a ti 🔥

Capítulo #6🔥

☘La noche trascurrió con normalidad al menos para la pelinegra que dormía plácidamente en su cama, ahora si podía descansar pues sin duda su cama es mil veces más cómoda que la del hospital, dormía como hace mucho tiempo no podía por cuestiones del embarazo. De igual manera, alado de la cama se encontraba la cuna de la nueva integrante de la familia, la cual, igual que su madre dormía tranquilamente, claro a excepción de los momentos en los que despertaba para consumir su respectiva leche materna. Las dos ¨mujeres¨ descansaban como si nunca antes lo hubieran hecho, pero el pelinegro no tenía la misma suerte, este se movía constantemente, su noche a comparación con la de sus amores era bastante inquieta, tenía sueños muy comprometedores con su esposa los cuales era imposible cumplir en algún momento cercano. Este intentaba alejar esos sueños de su cabeza, pero le resultaba imposible, despertaba cada momento de la noche, veía a su esposa, deseaba tenerla, hacerla suya, pero sabía que no podía, no valía la pena provocar una pelea por sus impulsos.

La noche para él era eterna, cuando creyó que ya había amanecido no fue así, despertó por última vez, vio a su alrededor y se dio cuenta que el cielo seguía casi en su totalidad oscuro. ☘

-Aún es de madruga -susurró mientras se sentaba- Milk, necesito que te recuperes pronto de eso de dar a luz -dijo mirando con detalle a su esposa-

-Hum... ¿Goku? -susurró dando vuelta- ¿Qué haces sentado? -preguntó mientras colocaba su brazo sobre su esposo-

-N-nada Milk -contesto algo nervioso-

-Entonces acuéstate -musitó muy despacio, apenas audible-

-....- este sonrió al ver como su esposa volvía a estar dormida- si sigo aquí acostado no resistiré más -dijo para si mismo- iré a entrenar Milk -susurró cerca de su oído para después darle un dulce beso en la frente-

☘Él pelinegro se levantó con cuidado de no despertar a su esposa, tomó sus cosas y se dirigió al baño, se quitó su ropa, abrió la llave y se dispuso a bañarse con agua fría, al menos eso le ayudaría a calmar cierto asunto que lo ha estado molestando toda la noche. Al pasar un muy buen rato por fin salió del baño, tomó su toalla y la enredó en su cintura, se planteo el salir desnudo a su recamara, pero sabía que si lo hacía y su esposa se daba cuenta se molestaría mucho por el hecho de que ahora su hija duerme ahí con ellos. Así sin más, salió del baño cubierto con aquella toalla, busco su ropa limpia y comenzó a vestirse intentando no hacer ruido.

Al estar listo salió de su habitación, echó un vistazo a la habitación de su hijo, pero este sigue dormido, al parecer tocara entrenara solo. Bajó rápidamente, comió un pequeño bocadillo de madruga y después salió de su casa para poder entrenar, despejó todo pensamiento que no fuera entrenar y comenzó con la ardua tarea.

Las horas pasaron al igual que la madrugada, los rayos del sol comenzaban a hacer presencia, entrando por las diferentes ventanas de la casa incluyendo aquella de la habitación. ☘

-Buenos días Goku -dijo la pelinegra comenzando a estirarse- Goku -repitió, pero no hubo respuesta- Go... -calló en cuanto vio que su esposo no estaba junto a ella- seguro está entrenando -dijo para sí misma-

☘La pelinegra se levantó, miró a su pequeña y esta seguía dormida, con tranquilidad se dirigió hacia la ventana para confirmar si su esposo se encontraba entrenando, pero al asomarse no notó nada raro, sino hasta que desvió su mirada hacia abajo y vio a su saiyajin tirado en medio del lugar. Sin pensarlo salió rápidamente de su habitación, bajó las escaleras, salió de la casa y corrió hasta su esposo. ☘

-¡Goku! -gritó llegando hasta el- ¿Estas bien? ¿qué te pasó? -preguntó preocupada checando el cuerpo de su esposo-

-Hum... Milk -susurró despertando de golpe por su esposa- ¿Qué te pasa?