Y como si se tratara de una broma del destino, Catra estaba ahí de nuevo.
Suspiró con coraje. ¿Por qué volvía? ¿Qué tenía de interesante esa pintura en acuarela?
Esa era la cuarta vez que visitaba la galería de los de tercer año, específicamente visitaba las obras de Adora, más específicamente aquella pintura de la silueta heroica con una espada, brillando en la oscuridad de los colores fríos, contrastando con el lienzo teñido de azul, verde y violeta.
Leía la descripción cada tanto, cosa que la molestaba un poco, pues esa cita descriptiva era tan deteriorada por caricaturas de autosuperación sobre héroes con capa, a Catra le molestaba el sentimentalismo en esas palabras empalagosas para niños pequeños, pero le molestaba aún más el que le agradara leerlo.
Cuatro veces en las que perdía sus descansos para poder admirar aquel cuadro.
Sus pies caminaban, al toque de timbre, hasta ese lugar, observando detalladamente la obra y apreciando que era perfecta de pies a cabeza, de sombras a luces, hasta las marcas del pincel se veían bien. La textura del lienzo parecía prometedora. La figura femenina reluciendo al centro de la oscuridad, siendo un faro de esperanza en esa obra oscura y matizada.Adora jugó muy bien con los colores, los trazos e incluso la forma de la mujer; parecía imponente, un trabajo sin dudas digno de alguien como ella; a Catra le enfurecía.
Vio suficiente, durante cuatro días estaba hasta el tuétano de la perfección de Grayskull, y de su imperfección sobre describir cada una de sus obras.
Finalmente decidió comunicarse con ella, de manera que pudiera sacarse esa duda extrema acerca de Adora y su pensamiento del por qué tenía esa forma de ver el arte. Por eso, ese día envió un correo al contacto de la rubia sin pensarlo demasiado.
Por parte de Adora, ella no esperaba tal declaración de su primer contacto con alguien, y menos que fuera precisamente la autora, o autor, de las obras que siempre observaba.
De: WildCat.
Para: Adora Grayskull.
«Te escribo porque desde hace un par de días observo tu trabajo, y simplemente no le encuentro sentido. Dime algo: ¿Qué es lo que piensas cuando lo creas?, ¿acaso haces algo loco y luego le pones un significado? Me parece tonto de tu parte, ¿sabes?»
Adora por supuesto que no se quedó callada una vez que leyó con atención el correo. Había herido su orgullo, y ella no se dejaría ceder cuando podía responderle con la misma moneda, no dejaría pisarse por cualquiera.
De: Adora Grayskull.
Para: WildCat.
«Mira quien habla. Me parece desconsiderado de tu parte no usar tu cerebro para entender mi propósito.»
De: WildCat.
Para: Adora Grayskull.
«Ese es tu problema. ¿Por qué la necesidad de imponer algo al espectador?, ¿por qué tiene que ser algo establecido, y no de su propia imaginación? El arte es algo con lo que se tiene que entender sobre tu propia forma de ver el mundo. No algo que obligas a captar. Matas la esencia del arte.»
No recibió una respuesta.
Suspira guardando su celular, resignándose a ser ignorada, seguro le comió la lengua el gato (metafóricamente hablando) para no querer responder, y estaba bien, al menos para ella, porque sabía que seguramente tenía la razón y se quedó callada para no contradecir al buen razonamiento de Catra, y ahora se sentía gloriosa al lograr callar la boca de aquella chica rubia.
Se forma una sonrisa de victoria en su rostro, mientras daba una última vista al cuadro y a la horrenda descripción de este.
Deja la galería de los de tercer año dirigiéndose a su siguiente clase. Había perdido mucho tiempo en Adora, necesitaba retomar su prestigio, y faltar a clases a inicios de año cursado era algo peligroso para ella y su beca.
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Cuestión de Perspectiva [Catradora AU]
Historia CortaCatra no tenía una completa pasión al arte, sin embargo lograba hacer obras para sus exposiciones finales como estudiante. Pero había una traba en su desarrollo: una chica rubia, curiosa como ninguna. La veía criticando sus obras. Cada que salía un...