Capítulo 1: Dedicación.

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Nota: Este FanFic no es de mi pertenencia. Sólo me encargué de traducirlo con el permiso del autor original. Aquí dejo el link de su escrito https://archiveofourown.org/works/3603198/chapters/7982502#workskin

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Para él siempre había sido más fácil expresar las cosas de forma indirecta. Escribirlos y formar las palabras con una cuidadosa consideración, tener tiempo para pensar detenidamente en lo que uno dijo y borrar los errores, fue mucho menos difícil que tener que escupirlos en un segundo, agobiado por la presión de una situación en la que nunca jamás podrás retractarte de lo que dijiste. Tal como estaba, hablar con los demás no era su suite más fuerte, pero cuando se trataba de palabras en general, los amaba. Desde pequeño había encontrado consuelo en libros, cuentos, viajes, experiencia.... Y había esperado que los libros fueran suficientes para ayudarlo en los momentos más difíciles. Al final pudo no haber sido así, pero en ese entonces pensó que lo mínimo que podía hacer era escribirlo, escribir cómo se sentía. Así lo hizo.

Nunca hubiera imaginado que esto pasaría. Que tendría suficientes pensamientos para llenar el libro que había deseado escribir durante tanto tiempo, que el libro iba a ser publicado, que llegaría a ser leído por tanta gente, que iba a ser aceptada, de que ellos serían aún en lo más mínimo aceptado- Que terminaría causando el gran avance que desde el primer momento que pasó así había deseado. Nunca hubiera imaginado que sucedería. Pero lo hizo.

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En una habitación oscura, débilmente iluminada por el espeluznante brillo de la pantalla de una computadora, un joven se sentía inútil. El hombre suspiró y dejó caer la cabeza sobre su tablero de teclas, sin importarle la cantidad de 'h's que actualmente llenaban la página en blanco de su documento, incluso esas eran mejores que el vacío actual, causado por la falta de ideas. Era un autor famoso, de acuerdo (aunque solo había escrito un libro), pero no tenía demasiado tiempo (¿por qué existen los plazos?) Y cuando se le pidió que escribiera algunas palabras en un papel, algo que él por lo general era tan bueno que no podía lograr nada.

Cuando sonó el timbre se sintió más aliviado que nada, alejándose del silencio apremiante, de la hoja todavía tan en blanco, que parecía gritarle, diciéndole que siguiera adelante. Se levantó de la silla y estiró los brazos camino de la puerta. No pasó mucho tiempo, vivía en un departamento bastante pequeño, pero se demoró un poco antes de abrir la puerta, solo para aclarar un poco su cabeza.

Cuando la puerta finalmente se abrió con un leve crujido, vio dos caras conocidas. Habían estado esperando pacientemente, sabiendo que normalmente necesitaba tiempo para prepararse. Después de todo, eran algunos de sus amigos más cercanos.

—Touka-chan, Hinami-chan —los saludó con una sonrisa y se hizo a un lado para dejarlos entrar.

—Haise —El más alto de los dos, Touka, lo miró fijamente. Hubo un ligero tartamudeo al principio de su nombre y supo por qué: Touka nunca desde el principio se había acostumbrado a llamarlo por su nuevo nombre, a pesar de que él mismo se había encariñado lo suficiente con él para mantenerlo, incluso cuando se enteró cuál había sido su verdadero nombre. No quería perder su identidad, la identidad que había creado, la que podía defender, vivir como sin todo el dolor y el sufrimiento.

—¿Qué te trae por aquí? —Preguntó Haise, todavía con una sonrisa. Los otros dos habían entrado en la habitación y él cerró la puerta tras ellos, mirando hacia la escalera por última vez. Touka notó la breve mirada de preocupación en su rostro antes de volverse hacia ellos.

—Hinami dijo que deberíamos visitarte, para ver cómo estás —dijo Touka, pasando junto a Haise y mirando a su alrededor, como si tratara de formar una imagen de la habitación. Sin embargo, había estado allí un par de veces antes, pero tal vez era una manera de ella.

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