Me fuí a casa de Delfi y les conté a Manu como a Ary lo que acababa de pasar. Manu me dijo de quedar ahora mismo y Ary que menos mal.
Me fuí arreglando un poco y oí que llamaban a la puerta. Sí, le había dado la dirección de la casa de Delfi.
-¡Voy yo! ¡Que es un amigo! -grité un poco alto, sin querer.
-Vale, ¿lo puedo conocer?
-Claro, ven.
Vino y abrimos la puerta. Ese chico que me enamora tanto, estaba enfrente mío. Se había arreglado un poco y estaba mejor de lo que está siempre.
-Hola Alba -nos dimos dos besos. Hola... em no se tu nombre -rió.
-Sí, te la quería presentar -dije-Delfi, el es Manu; Manu, Delfi.
-Encantada -dijo Delfi.
-Lo mismo.
Me despedí de Delfi con un gran beso en la mejilla y bajamos hacia el portal.
Hoy hacía un buen día. Manu y yo aún no habíamos hablado. Pero decidí hablar yo.
-Y bueno, ¿para qué querías quedar?
-Aquí no -dijo.
Me quedé un poco extrañada pero fuimos a un parque. Ahí nos sentamos y me miraba fijamente. No miraba a otro lado sin que fuera a mis ojos.
-Verás, lo que quería decirte es...
Ya sé qué es lo que quiere decir.
-Que me gustas y si quieres salir conmigo.
No tardé en contestar.
-Claramente.
-¿Enserio?
-Sí -sonreí.
Directamente se me lanzó a darme un beso y eso hicimos.
Espero que a Ary no le moleste...