La Historia de Un Suicidio.

Un día eterno parte 1.

Para iniciar me pregunto si vale la pena seguir.

Para terminar aseguro que la vale, aun te amo.

Los eventos en este camino son tan extraños como nuestras vidas pasadas, no se que sucederá, nunca lo sé.

Un día me preguntaste si podría vivir sin ti, estaba más que seguro que si, si podría, te pregunté lo mismo...

Asegúraste que no.

Tú tío ha vuelto esta mañana, a recordarte lo poca cosa que soy y que no deberías sufrir por una basura como yo, haciendo destile de sus palabras refinadas y más que todo rebuscadas, me atrevo a asegurar, para no sonar tan patán.

Dijiste que me amabas... pero me pregunto: ¿En realidad me amas?

Vivo con un fantasma, hace días no te hablo y no me hablas, nuestra última pelea fue más que dura, esos mensajes con la chica de la oficina que por cierto es la favorita de tu tío no son normales ¿Cuando inicio todo esto? ¿Desde cuando tu confianza es más para una extraña que para mí? ¿Cuando te perdí?

*Ya no es el mismo* -le dijiste.

Pero es que estoy triste por todo, me duele respirar, cada día siento más y más que estoy solo, antes no paraba de reír y se suponía que eso te molestaba un poco.

Me gritaste como nunca, te descinocí, no parecías tú, no eras tú, no pude identificar la persona frente mío en ese momento, y hoy día en esta habitación no me queda más que lágrimas.

*Desde que nos casamos ha sido todo un martirio* -agregaste.

Debiste habérmelo dicho a mí, creo que tengo el derecho de saber sobre mi esposo más que una desconocida y si es que acaso algo te molesta ¿No debería ser yo quien reciba tus palabras en busca de una solución?

Creo que ya no te conozco, no sé quien eres, o al menos no sé en lo que te has convertido, y me frustra que él único que esta recibiendo esto soy yo, pareces tan tranquilo cuando te vas a trabajar y tan fastidiado cuando vuelves, supongo que eres más feliz yendote, que regresando.

Y aun así, estas muy presente en mi mente.

*Lan Zhan, aun te amo*